Cerdito vivía a las afueras del bosque. A pesar de que era muy gordito y sonsrosadito nadie se atrevía atacarle porque siempre iba muy bien acompañado
Cerdito vivía a las afueras del bosque. A
pesar de que era muy gordito y sonrosadito
nadie se atrevía atacarle porque siempre iba
muy bien acompañado de sus amigos. Pero
un día, el lobo, el zorro, el jabalí y el oso,
se reunieron con el fin de planear un ataque
simultáneo contra éste.
Un lunes por la mañana, como era de costumbre,
cerdito se sentó junto al puente que
daba a la entrada del pueblo para esperar a
sus amigos, pero después de mucho esperar
y viendo que nadie venía, decidió irse solo
a la escuela. Rumbo a ésta, fue atacado de
improviso por las cuatro fieras que se habían
conjurado contra él, y no pudo hacer nada
para evitarlo pues le metieron rápidamente
en un saco y se lo llevaron.
Pronto empezaron las discusiones entre los
cuatro cómplices, por que el lobo se quería
comer al cerdito crudo, mientras que el jabalí
lo prefería asado. Por su parte el oso se
empeñaba en cocerlo y el zorro no se decidía
por ninguna de estas opciones.
Tan fuerte se hicieron las palabras entre las
cuatro fieras que éstas se enzarzaron en una
terrible pelea. El lobo, aprovechando un leve
respiro, se abalanzó, con cuchillo en mano,
sobre el saco donde estaba el cerdito; pero
tan sólo pudo coartar las cuerdas liadas al
saco ya que sus rivales se echaron sobre él.
Viendo que el saco se había entreabierto, cerdito,
sin dudar salió de éste y echó a correr
hacia el bosque, poniéndose pronto a salvo.
Por querer cada cual salirse con la suya, las
cuatro fieras se quedaron sin banquete.
Moraleja:
¡De grandes problemas podrás escapar,
si a tiempo y con astucia sabes actuar!
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