Chapulín (saltamontes) está muy desesperado, pues ha perdido su trabajo y para colmo esta muy enfermo. Lo peor de todo es que la fecha de pago de alguiler de su vivienda
Chapulín (saltamontes) está muy desesperado,
pues ha perdido su trabajo y para colmo
está muy enfermo. Lo peor de todo es que la
fecha de pago del alquiler de su vivienda ya
se acerca y si no paga seguro que lo echarán
de allí. Además, la mala racha por la
que atraviesa le ha impedido comprarse ropa
nueva… Da pena verle!
¿Cómo conseguiré el dinero que necesito?
Se preguntaba nuestro amigo saltamontes.
Bien, dijo éste, no tengo por que preocuparme
tanto, si siempre he sabido enfrentarme a
los problemas y esta vez no va a ser distinto.
Tal vez no tengo buena salud, ni ropas buenas,
pero algo muy valioso me queda: el ingenio.
Lo usaré con provecho y esos problemas
que ahora me agobian serán vencidos.
Precisamente ese mismo día estaba lloviendo
¡y fuerte! Pronto se pusieron intransitables
las veredas del bosque, mientras el cerebro
de Chapulín trabajaba a presión.
– ¡Tengo una gran idea! -exclamó, de repente,
nuestro amiguito-. La haré de “taxi” y llevaré
a muchos pobres animales de un sitio a
otro. Me lo agradecerán y, de paso, ganaré
el dinerito que necesito.
¡Vaya idea la suya!… Y gracias a su ingenio
los animales viejos e inválidos pudieron
realizar sus actividades diarias. De no haber
sido por él se hubiesen tenido que quedar en
casa.
Chapulín trabajó duro ese día, pero obtuvo
lo que necesitaba apenas cayó la noche.
Con el dinero que ganó pudo reunir lo del
alquiler y de paso comprarse algo de ropa.
Ven, amiguitos, la gran ayuda que proporciona
el ingenio y las ganas de sobresalir!
Moraleja:
Si los obstáculos sabes vencer,
grandes cosas podrás obtener!
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