Debajo de mi piel arde un alma que nose deja embotar por la trizteza, que canta cristalina como pura agua cuando recuerda tu nombre y tu tibieza
Debajo de mi piel arde un alma
que no se deja embobar por la tristeza,
que canta cristalina como pura agua
cuando recuerda tu nombre y tu tibieza.
Debajo de mi piel siempre se esconde
el brillo ancestral de tu mirada,
y nadie sino la luciérnaga burlona
conoce de tus ojos la mañana.
Debajo de mi piel late que late,
un corazón que sangra algunas veces,
y que canta en los trinos de las aves
y gira como lo hacen los planetas.
Debajo de mi piel nada es sombra,
es luz ,es claridad es amapolas
allí es donde guardo aquel nido
que quiere abrigarte sin demora.
Llegó la noche oscura de la vida,
llegó el silencio muerto de mi herida
y el canto de mi senda adormecida,
abraza en silencio el alma mía.
Robando por completo mi agonía,
perdiendo el camino, y la salida
entrego al silencio mi partida,
y todo aquello que tenía.
Perdido en el canto de la muerte,
camino en silencio a mi destino
dejando atrás lo que he vivido,
cerrando para siempre mi martirio.
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