Pulso USA
Jesús Del Toro
Un policía de Louisiana realizó un gesto singular de compasión y solidaridad cuando se enfrentó con los tripulantes de un automóvil que circulaba a exceso de velocidad y al que detuvo en una vía en el área de Bossier Parish…
El oficial Jackie Loveless vigilaba dentro de su patrulla cuando vio un automóvil que circulaba a gran velocidad hacia el oeste. Entonces, como era la rutina en su asignación de vigilancia, procedió a detenerlo para averiguar qué estaba pasando con él y sus tripulantes y, en su caso, aplicar la sanción correspondiente, de acuerdo al relato de la televisora local KSLA.
Lo usual es aplicarle una multa al conductor por exceder el límite de velocidad, pero en esta ocasión Loveless se enfrentó a algo distinto e inesperado, aunque al principio no tenía forma de saberlo.
En realidad, algo difícilmente explicable le indicó a Loveless que en ese auto se toparía con algo dramático, y antes de bajarse de su patrulla para avanzar hacia el vehículo que había detenido rezó una oración en silencio. Algo que no acostumbraba hacer, según la KSLA.
Entonces, se aproximó al vehículo y con tranquilidad y hasta cierto desenfado Loveless les preguntó a los tripulantes, como indicó el portal The Blaze a dónde iban con tanta premura.
En el auto viajaban una mujer al volante, y al lado, en el asiento de pasajero, su esposo, ambos personas de la tercera edad.
Pero en lugar de una respuesta sospechosa o confrontacional o incluso de sumisión, la conductora Maxine Morgan le respondió con una sinceridad contundente: se dirigían a un acto en memoria de su hija Daphne, que había fallecido unos días antes. Morgan confesó que aunque iba atenta al volante, su mente en realidad estaba en otra parte y no prestó atención a la velocidad a la que iba.
Loveless pudo ciertamente aplicarles la multa de rigor, pero en vez de eso tuvo un gesto singular e inesperado, se asomó al interior del auto, tomó la mano de Morgan y pidió que ella tomara la de su marido y le dijo: “Señora, ¿le importa si rezo con usted?
Los tres entonces entonaron juntos una plegaria. Lágrimas corrieron de los ojos de la madre y todo el momento resultó, presumiblemente, especialmente intenso y emotivo para los tres presentes.
Maxine Morgan y su esposo iban a un memorial por su hija fallecida cuando fueron detenidos y reconfortados por el policía Loveless.
Luego, la pareja pudo continuar su camino reconfortada y sin multa de por medio, y Loveless volvió también a sus actividades, que curiosamente además de ser el patrullaje en su calidad de policía también incluyen ser pastor en una iglesia en Bossier.
Los superiores de Loveless se enteraron del hecho y reconocieron al oficial como un ejemplo “del hombre cristiano”, según dijo a la KLSA el alguacil de esa localidad.
Así, el encuentro en el auto de los Morgan ciertamente resultó fuerte y distinto, pero singular por su espiritualidad y solidaridad. Y el oficial quizá deba considerar, al menos por un momento, cambiar su apellido de Loveless a Loveful. Al menos eso ya lo logró con su gesto en el auto de los Morgan.
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine