Como algunos saben, en el Mar Muerto nada se hunde porque: “el que no nada, flota” Esto se debe a que sus aguas son tan saladas, que poseen una densidad tal, que SORPENDENTEMENTE ni los cuerpos más pe
Como algunos saben, en el Mar Muerto nada se hunde porque: “el que no nada, flota” Esto se debe a que sus aguas son tan saladas, que poseen una densidad tal, que SORPENDENTEMENTE ni los cuerpos más pesados tienen posibilidad de sumergirse.
Por lo tanto, flotar “panza arriba” es la mejor opción para disfrutar de estas aguas. A orillas de la cuenca meridional, donde las aguas son menos profundas que en el norte, existen extrañas esculturas de sal que emergen de la superficie, las cuales no han sido talladas por el hombre, sino por un curioso fenómeno natural que viene produciéndose desde tiempos bíblicos; la precipitación en el fondo de gruesas capas de sal, como consecuencia de la exagerada evaporación de sus aguas.
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine