Todos hemos tenido sueños que nos intrigan por su rareza o frecuencia. Esta sección está conceptuada para dar respuesta a esos sueños inquietantes. Hoy tenemos…:
Sueño:
Amigo Bernabé:
Le cuento que me ocurrió un sueño de lo más gracioso y quiero que me diga si esto es común.
Soñé que estaba en una fiesta y que un hombre que estaba vestido como pordiosero entraba a la casa y se sentaba a mi mesa a comer. En mi sueño mi esposa había puesto una mesa tipo buffet donde había muchos platillos muy ricos.
Y también teníamos las bebidas y los platos para que mis invitados se sirvieran. Este hombre llegó y empezó a agarrar la comida con las manos y a ensuciar la mesa. Yo le echaba pleito y le decía que se saliera de mi casa pero él no me hacía caso.
Todos mis invitados me veían y sentía que tenía que ganar el pleito. Estaba súper enojado y le aventé un puñetazo a la cara al tipo este, ¿y qué cree que pasó?, que me caí de la cama y en eso me desperté. Yo soy zurdo y cuando aventé el puñetazo para “pegar”, lo hice en la vida real y el impulso hizo que me cayera de la cama.
Me desperté del golpe y me sentí muy sorprendido de darme cuenta que no había fiesta ni individuo abusivo, sino mi recámara y el piso duro. ¿Es común que la gente pase del sueño a la acción? René
Interpretación:
Amigo René, la comida y la fiesta en los sueños representan nutrición espiritual, energías físicas y emocionales asociadas con el bienestar.
En tu sueño estás ofreciendo esto a tus amigos pero llega un extraño y empieza a robarte y a destruir el banquete.
El ladrón en los sueños representa las carencias o problemas que sientes que hay en tu vida. La pelea a puñetazos representa conflicto, lucha interna que el soñante siente por emociones, gente o situaciones que le hacen la vida difícil.
El pordiosero bien podría representar a los problemas con los que luchas en tu vida diaria y los puñetazos tu forma de enfrentarlos, digamos, de frente y con toda la fuerza. Por otro lado, el pasar del sueño a la acción es algo que ha sido reportado por varios lectores y que también me ha pasado a mí. Nada de qué preocuparse ahí. Tu amigo, Bernabé.
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