“Tener a la familia unida”, es una frase que muchos padres desearían poder afirmar y en la que muchos otros sueñan. Y es que vivir en un país donde ambos padres se ven forzados a trabajar para sobrellevar los cuantiosos gastos, impide que la relación con los hijos sea más cercana e íntima. Es por eso que muchos adultos desearían poder tener más tiempo para dedicarle a la familia.
En ese sentido, hay expertos que opinan que la cuestión de ‘La Familia Unida’ no siempre es lo ideal, pues suena bonito, no siempre es lo ideal para muchos padres e hijos.
JUNTOS… NO PEGADOS!
Si bien, ver a una familia junta ir siempre a todos lados resulta tierno, eso no significa que propiamente sea una familia unida. Y es que muchas veces los desacuerdos por tener que ir juntos al mismo lugar surgen entre los miembros, donde la voluntad de los adultos termina gobernando, forjando se así peleas y argumentos que los alejan, emocionalmente hablando. Pero, no siempre es así, pues hay familias que en verdad disfrutan andar juntos para arriba y para abajo. Aún así, especialistas creen que resulta agotador tener muy poco espacio para disfrutar de manera independiente, por lo que recomiendan de vez en cuando que, tanto los hijos como los padres se despeguen de sí mismos y disfruten actividades por separado. Incluso, si salen juntos al mismo lado. O sea, que anden juntos, pero no pegados!.
Cualquier ser humano necesita airearse y estar un rato distanciado de la familia para extrañarla y así volver a verla luego con entusiasmo.
En la actualidad existen muchas mamás que tienen grandes deseos de huir del pegoteo familiar. Muchas de estas mujeres suelen tener un marido comprensible, cariñoso, que las consiente en todo. A simple vista, cualquiera desearía tener un marido como el suyo, que las ama, tanto, que se acuerda de los aniversarios y cumpleaños, de ella y de sus hijos. Siempre está pensando en el viaje familiar perfecto y a la hora de ocuparse de los hijos, es como si fuera otra madre… Aun así, muchas de ellas NO son felices… Irónico, no!?
La mayoría coinciden en algo: Desearían poder tener tiempo para ellas, o para su relación. Pero, desafortunadamente, están lejos de hacer esto realidad, y su comprensible marido es muchas veces el autor principal de que este anhelo ‘NO’ se haga realidad.
Y es que es él al que no le gusta que sus hijos anden o se queden solos, incluso, que vayan a casa de algún familiar. Mucho menos quiere saber nada de contratar a una niñera. Y Si son puras niñas las que tiene la pareja, ni se discute, ellas siempre tienen que estar con ellos. Tampoco hay posibilidades de que ella (la esposa) salga sola por su lado, o con amigas, so pena de aguantar el mal humor de él o sus reproches.
Sin embargo, esta situación muchas veces ocurre al revés, donde ella es la protagonista de querer estar siempre pegada al marido y a los hijos, algo que resulta sofocante para él y el resto.
Existen casos en que este tipo de situaciones llega a tal caos que a las mujeres, sobretodo, les pasa por la cabeza la idea de separarse. Ya no aguantan sentirse ofuscadas por la familia que no le da un respiro de vez en cuando… Pero, entonces, piensan: “¿Cómo me voy a arriesgar a perder a mi familia? Amo a mis hijos y a mi marido”.
En este marco de familia pegada, hay algo que los padres deben preguntarse: ¿Son mis hijos felices de andar siempre pegados a nosotros?
FAMILIA UNIDA, PERO SANA
En un grupo familiar sano, estar juntos es una forma de dar y recibir amor, protección y conocimientos; pero sucede que cada uno de sus integrantes también debe tener espacios propios o vías de escape que les permitan nutrirse del afuera para seguir creciendo individualmente y convertirse (en especial los niños) en seres únicos y autosuficientes.
Moverse en bloque para todos lados es una manera de asegurarse que cada uno de los integrantes está bajo control, ya sea del padre o la madre, dependiendo el caso. Habrá que reflexionar sobre cuál ha sido su historia por lo cual necesita dominar todos sus seres queridos. Por lo general, suele suceder que también vivió un modelo similar que hoy repite, o de lo contrario, se sintió abandonado(a) por alguna razón que le ocasionó un miedo extremo a quedarse solo. Lo cierto es que el origen en cualquiera de esas situaciones es el mismo, la inseguridad.
Hay que pensar que a futuro esta actitud puede provocar una reacción negativa en los hijos; que terminen por alejarse de usted, o por el contrario, que sean absolutamente dependientes para toda la vida.
Es importante reconocer que un respiro de vez en cuando es necesario, tanto para los hijos como para los padres! Es lo más sano en una familia!
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