La Navidad es dulce, pero también salada y, en definitiva, deliciosa. Sin embargo, es necesario seguir algunas recomendaciones para que la salud bucodental no se resienta
El marisco, los frutos secos, la copita de licor para brindar y los dulces forman parte de esas comidas y cenas especiales que tanto nos gusta compartir con familiares y amigos y que tanto abundan durante el periodo navideño. En estos días festivos tendemos a relajar las costumbres y a ser más permisivos con nosotros mismos en lo que a la alimentación se refiere. Lo cierto es que, ante tantos manjares, resistir la tentación es una ardua tarea. Sin embargo, es necesario tener algunas precauciones para disfrutar de las delicias navideñas y seguir luciendo una sonrisa bonita y saludable.
Para ello, el doctor Fernando Autrán, experto en estética y cosmética dental y director médico de la Clínica Autrán Dental recomienda moderar la ingesta de azúcar y dulces. El especialista subraya que no es necesario renunciar a consumir dulces navideños. No obstante, indica que es preferible ser selectivos con los productos azucarados y, en caso de tomar alguno, hay que cepillarse los dientes entre media hora y una hora después para no dañar el esmalte.
Otro de sus consejos es controlar el consumo de bebidas alcohólicas. En esta época del año repleta de celebraciones, no suelen faltar los licores, el champán, el vino, la cerveza ni los destilados. Los brindis navideños pueden llevarnos a consumir más bebidas alcohólicas de lo habitual y debemos saber que algunas de ellas contienen una gran cantidad de azúcares perjudiciales para la salud dental. El doctor Autrán señala que, entre ellas, la mejor opción es el vino tinto maridado con algún alimento, ya que es menos agresivo para el esmalte de los dientes. Asimismo, recuerda que es importante continuar bebiendo agua, ya que contribuirá a hidratar el organismo y, a su vez, limpiará la boca y los restos de comida de la superficie de los dientes y encías.
Además, el especialista subraya la importancia de tener cuidado con los alimentos duros. En este sentido, destaca que productos como el marisco y algunos frutos secos se deben pelar con los cubiertos o con instrumentos especiales, pero nunca con los dientes, pues esto podría ocasionar que se dañe el esmalte o, incluso, que se produzca una fractura. También hay que tener precaución con el turrón duro porque, además de su elevado contenido en azúcar, podría dañar los empastes. A la vez, su textura pegajosa puede hacer que los restos se acumulen en los dientes, lo que facilita la generación de caries.
Ser precavidos con los alimentos duros es especialmente importante para quienes llevan ortodoncia o implantes. A estas personas, la Sociedad Española de Ortodoncia les aconseja evitar el turrón duro, las peladillas o las garrapiñadas, ya que pueden dañar los aparatos. “Si se despega un bracket, una banda o un arco se sale del sitio, comer con normalidad será muy complicado. En caso de que esto suceda, hay que llamar inmediatamente al ortodoncista para que solucione el problema cuanto antes”, destaca esta entidad.
KIT DE HIGIENE BUCAL.
Además de las medidas anteriores, el doctor Autrán recomienda llevar un kit de higiene bucal cuando salgamos a comer fuera de casa, de manera que podamos cepillarnos los dientes después de cada comida. Los elementos imprescindibles de ese kit son: un cepillo de dientes con filamentos suaves y de puntas redondeadas, pasta de dientes e hilo dental.
La Sociedad Española de Ortodoncia subraya que, quienes lleven aparato, además del cepillo y la pasta de dientes, deberían llevar un pequeño neceser con un colutorio con flúor, cepillos interdentales para eliminar los restos que queden atrapados o bien seda dental específica para brackets y, por supuesto, las gomas en caso de que las haya indicado el ortodoncista.
El doctor también recuerda la importancia de respetar la norma de las tres veces al día. “Pase lo que pase, después de cada comida hay que lavarse los dientes”, destaca. Para que la limpieza sea completa, aconseja esperar entre 20 y 30 minutos después del último bocado con el objetivo de que se produzca la autoclisis (limpieza bucal involuntaria a través de la saliva y de la lengua). Asimismo, el especialista subraya que es recomendable realizar un cepillado completo de entre 2 y 3 minutos.
Purificación León // EFE-REPORTAJES
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