El Inglés Mark Rowan, durante 17 años entró y salió reiteradas veces de prisión, hasta que un día entró a asaltar una iglesia donde, como por arte de magia, decidió cambiar su vida de criminal por el sacerdocio. De esta forma comenzó a estudiar formación teológica, se transformó en el reverendo de Devon, dejó las drogas atrás y formó una familia.
El reverendo publicó un libro donde cuenta su historia, el exgángster, manipulaba drogas, se metía en peleas y robaba. El vicario tatuado, como lo conocen ahora, relata: “Tengo plena condición de reverendo”. “Cuando no estaba cometiendo un delito era porque estaba durmiendo”. “Yo solía inyectarme heroína, tomar cocaína y fumar cannabis, pero ahora soy otro”, asegura.
Sin lugar a dudas una historia de fe que hay que Leerla para poder Creerla
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