Hacer que Diego coma bien resulta un verdadero reto. Cada vez resulta más difícil para sus padres hacer que se acabe sus alimentos, por eso, ellos han desarrollado el plan “te prometo” …
Hacer que Diego coma bien resulta un verdadero reto. Cada vez resulta más difícil para sus padres hacer que se acabe sus alimentos, por eso, ellos han desarrollado el plan “te prometo” … ‘si te acabas tu comida te prometo que te doy un chocolate, o una paleta o unas galletas etc., etc.’
La impotencia de no saber como convencer a los hijos para que coman bien, conduce a muchos padres a optar por este tipo de soluciones que no son nada benéficas para el niño. El postre nunca debe utilizarse como premio por haber comido bien la sopa o el guisado, aun cuando la tentación por hacer comer bien a su hijo sea enorme. “Tampoco debe condicionarse el consumo de otros alimentos, como el de verduras, a cambio de un chocolate u otra golosina”, advierte Berenice Erazo Tapia, miembro de la asociación civil Fomento a la Nutrición.
“El postre se debe considerar como el tercer tiempo de la comida: sopa, guisado y postre; pero hay que seleccionarlo bien, porque es común que se asocie con pasteles y golosinas, y aunque estos no son malos, se debe restringir su consumo a una o dos veces por semana, recomienda Angélica Díaz Aranda, jefa de la Unidad de Divulgación e Investigación de la Escuela de Dietética y Nutrición. Tampoco es conveniente que a cada bocado se le recuerde al niño que al final va a tener el postre, porque ellos lo conciben como si fuera la parte más rica de la comida y esto ocasiona que no saboreen los alimentos previos.
“Además, antes de llegar al postre viven ansiedad o angustia, y eso provoca que no mastiquen bien alimentos como carne, verduras y otros de consistencia fibrosa, lo que causa problemas digestivos”, señala Díaz Aranda.
COMO HACER QUE COMAN
Involucrar al niño en la selección, compra y preparación de sus alimentos es una manera de que disfruten toda su comida. “Los padres son responsables de qué los alimentos que se le ofrecen al niño sean de su total agrado”, comenta la nutrióloga. De igual manera, no hay que obligar al niño a comer más si ya no quiere, “hay que respetar sus señales de saciedad, porque así aprenderá a regular la cantidad de alimentos que consume, y si lo forzamos a ingerir algo que no le gusta, lo único que logrará es que en el futuro lo rechace”, dice Erazo Tapia. En caso de que el niño no quiera comer, es importante evitar ofrecerle otros alimentos entre el desayuno y la comida o entre la comida y la cena, especialmente si estos son golosinas. Otra opción es ser flexible en los horarios de comida, si no tiene hambre a la hora de la comida, quizá una o dos horas después la tenga y es sano respetar ese acto fisiológico; “a los mismos adultos les pasa, hay días que tienen menos hambre que otros”, ejemplifica Díaz Aranda.
Pero si pese a estas recomendaciones persiste la inapetencia, se puede recurrir a un estimulante del apetito, bajo indicación y supervisión médica.
LAS GOLOSINAS NO SON POSTRES
A excepción de los dulces hechos con semillas (amaranto, avena, entre otros), las golosinas son sólo eso y no postres. Las nutriólogas sugieren restringir el consumo de golosinas porque la mayoría son industrializadas, pero sin tampoco prohibirlos, porque de cualquier forma estos productos están al alcance del menor. Pero sí, se pueden incluir, ocasionalmente, como parte del refrigerio junto con alimentos de los que se pretende fomentar un mayor consumo (frutas y verduras). Incluso cuando se va al cine hay que tener cuidado. “El problema no es comerse unas cuantas palomitas, sino que la costumbre de la mayoría de las personas es comerse los famosos ‘combos’ que a veces equivalen a comerse alrededor de 10 tortillas”, indica Díaz Aranda.
Postres Nutritivos
Aunque los postres que a continuación enlistaremos son catalogados como nutritivos, estos no deben ser consumidos en exceso.
– Palomitas de maíz hechas en casa.
– Barras de cereal.
– Galletas de avena.
– Pepino, zanahoria y jícamas rallados.
– Uvas.
– Rebanadas de manzana con chile y limón.
– Ensalada de frutas con amaranto o nuez.
– Dulces con base de ajonjolí, amaranto y otras semillas.
– Fruta cristalizada (sólo a veces y limitar en niños con sobrepeso u obesidad).
Así que la próxima vez que piense dar un postre no nutritivo para que éste coma mejor… ¡piénselo dos veces!
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