¿Qué es fetichismo?
Fetichismo es una parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un objeto fetiche, como una prenda de vestir o una parte del cuerpo en particular.
Por lo general, la conducta fetichista es una “ayuda” en la conducta sexual normal que no se considera trastorno porque, sencillamente, es un estímulo más en una relación sexual satisfactoria. No produce angustia ni disfunción, solo estimula y excita aún más.
Sin embargo, si el fetiche se convierte en un elemento necesario para la excitación sexual, no produciéndose de otro modo, entonces sí que puede considerarse un trastorno. Por tanto, el fetichismo es un problema cuando no permite una relación sexual normal.
Muchas son las teorías que a lo largo de la historia han tratado de explicar las causas del fetichismo. Aunque no existe una definitiva, podemos destacar principalmente una: la teoría del condicionamiento.
Esta teoría parece explicar mejor la dinámica y las causas de esta parafilia. Para la teoría del condicionamiento, el fetichismo se explica como una reacción a un condicionamiento que existió durante la infancia.
No obstante, para otros, el fetichismo no tiene tanto que ver con el condicionamiento durante la infancia, sino más bien durante la pubertad, sobre todo cuando se inician las prácticas de masturbación.
Estos objetos inanimados que se utilizan para excitarse son los llamados fetiches. Los fetiches más frecuentes son la ropa interior femenina, los zapatos, ropa de cuero y otras prendas de vestir.
Las partes del cuerpo erotizadas y que son asociadas con el fetichismo son los pies, los dedos de los pies y el cabello.
En algunos casos el fetichista utiliza una combinación de objetos inanimados y partes del cuerpo. Por ejemplo, hay un tipo de fetichista que se excita tanto con los pies como con los calcetines sucios. Existen cientos de ejemplos como éste, aunque usualmente no siempre son los más frecuentes.
No se consideran fetiches los juguetes sexuales como los vibradores, que están pensados específicamente para dar placer sexual.
Cuando la excitación sexual depende únicamente del fetiche es cuando puede empezar a considerarse trastorno fetichista.
La mayoría de las personas con fetiches no cumplen los criterios para considerar que sufren de un trastorno sexual. En efecto, para que el fetichismo sea considerado como un problema, un trastorno que requiere la debida atención, deben darse las siguientes condiciones:
–Las fantasías o impulsos provocan malestar a la persona.
–Existe un deterioro funcional del individuo.
–El fetiche se convierte en algo compulsivo y obligatorio.
–El fetichismo incide muy negativamente en las relaciones de la persona.
–Se convierte en un pensamiento obsesivo.
–Las condiciones anteriores deben presentarse durante, al menos, seis meses.
Conclusiones: El hecho de que nos excite observar un determinado tipo o color de ropa interior en nuestra pareja es algo normal y puede realmente favorecer las relaciones sexuales si nuestra pareja quiere participar. En este sentido, el fetiche es un estímulo sexual más, algo muy deseable durante las relaciones.
Sin embargo, si este fetiche se convierte en una idea obsesiva hasta el punto de que si no existe no es posible la relación sexual, o si se convierte en algo tan compulsivo hasta el punto de el individuo incluso roba ropa interior, obviamente nos encontramos ante un problema, un trastorno, que debe y puede ser tratado.
En cualquier caso, si tienes algún fetiche inocente que puede darle un toque especial a tus relaciones, no dudes en comentarlo a tu pareja. En efecto, la satisfacción sexual es algo realmente importante.
Si, por otra parte, consideras que el fetiche se está convirtiendo en un problema, es tiempo de ir con un especialista que te podrá ayudar a analizar y comprender el origen de su causa para así ayudarte a tener una vida sexual normal y satisfactoria.
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