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En Beijing, China, un tribunal sentenció al propietario de un restaurante a la pena de muerte por haber puesto veneno en la sopa de burro de un negocio rival… EN SERIO!
En Beijing, China, un tribunal sentenció al propietario de un restaurante a la pena de muerte por haber puesto veneno en la sopa de burro de un negocio rival… EN SERIO!
El acto les provocó malestares a 148 personas, de acuerdo al diario de los trabajadores. El periódico señaló que el propietario del restaurante, Chi Jianguo, y uno de sus empleados, Zhang Zhanguo, celosos del buen negocio obtenido por el competidor, contrataron a Wang Chunli y otros tres granjeros para que echaran veneno en los calderos donde se cocinaba la sopa de asno. El rotativo informó que la sentencia de muerte contra Chi fue suspendida por dos años. Dichas sentencias, dictadas para dar tiempo al arrepentimiento, por lo general son conmutadas a cadena perpetua. Zhang fue condenado a cadena perpetua, mientras que los otros tres granjeros recibieron penas que oscilan entre seis y ocho años, agregó el periódico. Wang aún se encuentra prófugo.
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