La política se ha convertido en el resultado de ganadores y perdedores de acuerdo al sentido general de los medios de comunicación. Ya no es, como pretendían hacernos razonar los filósofos griegos, el arte de gobernar y de crear patrimonio social y económico para la ciudadanía.
En este sentido y de acuerdo a esa percepción mediática, el reciente dictamen de la Corte Suprema de Justicia en torno a la SB1070 arroja un resultado de ganadores y perdedores.
En primera plana de los ganadores está el presidente Barack Obama. El fallo sobre el tema migratorio rompe con la tendencia oscura de la economía, que indudablemente le ha estado quitando puntos en su meta de mantenerse en la Casa Blanca.
Cada vez que su contrincante hacía mención del rendimiento bajo de la economía, el Presidente buscaba algún artificio político para salir del aprieto.
Por otra parte, con el nuevo dictamen de la corte y especialmente con su reciente mandato ejecutivo –no deportar a estudiantes indocumentados– volvió a poner a su lado a la comunidad latina.
Asimismo, la comunidad latina nuevamente retomó el camino de la movilización y activismo político contra un sector altamente extremista de la derecha, cuyas propuestas no simplemente atentan contra los derechos de los indocumentados sino contra la integridad de todos los latinos.
Otro de los ganadores es la gobernadora de Arizona Janice Brewer y sus seguidores de extrema derecha. “Este es el día que nosotros estábamos esperando. No tienen por qué equivocarse, Arizona está lista”, dijo.
A pesar de que los jueces federales repudiaron la mayoría de los prefijos de la SB1070, extremistas como Brewer festejan el fallo de los jueces federales.
En este sentido, la corte prohíbe al gobierno estatal de Arizona y a su Departamento Policial de criminalizar a un indocumentado por el simple hecho de no tener documentes migratorios vigentes. La policía no puede arrestar a una persona sin un orden judicial. Una persona indocumentada tiene todo el derecho de buscar trabajo, aunque las leyes federales prohíben a las empresas contratarlos. Y lo más importante, la inmigración es una cuestión del Gobierno Federal y no de los Gobiernos Estatales.
Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia autoriza a la policía municipal de Arizona inspeccionar documentos a quienes ellos consideren sospechosos de incurrir contra las leyes migratorias. Esta cláusula es conocida como “muéstreme los papeles”. Es un arma de doble filo que puede ser utilizado para justificar que un policía de Arizona viole los derechos civiles de los grupos minoritarios.
Lo anterior indica claramente que la comunidad latina de Arizona es uno de los grupos perdedores con la decisión. El nuevo fallo es una carta blanca para cometer actos de discriminación en su contra.
Pero el gran perdedor es el candidato republicano Mitt Romney. Su campaña contra el magro desempeño de la economía del actual gobierno se vino para abajo.
Los estados en contención o indecisos, Nevada, Colorado y Virginia, mismos que tienen un electorado latino determinante, han vuelto a repudiar su inclinación con los grupos extremistas de la derecha durante las elecciones primarias de su partido. El mismo estado de Arizona ahora se encuentra entre los estados en contención. Obama tiene una buena oportunidad de ganar.
El fallo de la Corte Suprema abrió el nicho de Romney, galvanizó la movilización de los latinos contra el extremismo político de la sociedad civil y le dio un toque de energía a la campaña del presidente Obama.
Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Ecomonics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com.
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