GRASA ABDOMINAL UN MAYOR RIESGO DE DESARROLLAR ALZHÉIMER

Las investigaciones han sugerido un vínculo potencial entre la obesidad abdominal y un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia. La obesidad abdominal se refiere a la acumulación de grasa alrededor del abdomen y los órganos viscerales, a menudo denominada grasa visceral.

La grasa visceral, que puede acumularse alrededor de los órganos incluso de personas con un IMC saludable, se asocia con cambios en el cerebro potencialmente décadas antes de que se observe cualquier síntoma de deterioro cognitivo, según el estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte.

La grasa visceral se ha asociado anteriormente con inflamación sistémica (que ocurre cuando el sistema inmunológico está constantemente activado incluso cuando no existe una amenaza para la salud) y niveles más altos de insulina, los cuales se cree que están involucrados en el desarrollo del alzhéimer, según el autor principal del estudio, el Dr. Cyrus Raji, neurorradiólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis.

Si bien se necesita una resonancia magnética del abdomen para confirmar que una persona tiene grasa visceral, puede haber signos, dijo Raji.

Según Raji, las señales de que puedes haber acumulado grasa alrededor de tus órganos incluyen:

• -Una cintura que es más grande que las caderas.
• -Nivel de azúcar en sangre lo suficientemente alto como para diagnosticar diabetes o prediabetes.

Según la Asociación de Alzheimer, más de 6 millones de personas en Estados Unidos viven con la enfermedad de Alzheimer. El grupo estima que para 2050 esa cifra aumentará a 13 millones.

Los investigadores midieron una serie de parámetros de salud, incluidos los niveles de insulina y azúcar en sangre. Mediante resonancias magnéticas, evaluaron la cantidad de grasa justo debajo de la piel, así como lo que rodeaba los órganos. También se utilizaron resonancias magnéticas para medir el grosor de la corteza (la capa externa del cerebro responsable de funciones como el habla, la percepción, la memoria a largo plazo y el juicio) que se vuelve más delgada a medida que avanza el Alzheimer.

Cuando los investigadores analizaron las mediciones de grasa y los escáneres cerebrales juntos, encontraron que los participantes con más grasa visceral tenían mayores acumulaciones de amiloide en el cerebro, lo que sugiere que podrían tener un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Investigaciones anteriores han demostrado que la inflamación y los altos niveles de insulina, que pueden bloquear las proteínas que descomponen el amiloide en el cerebro, están relacionados con la grasa visceral, dijo Raji.

Debido a que el desarrollo más temprano del Alzheimer en el cerebro puede comenzar hasta 20 años antes de que aparezcan los primeros síntomas, los investigadores planean estudiar el impacto potencial a largo plazo de la grasa visceral mediante el seguimiento de los participantes del estudio.

La mejor manera de perder grasa visceral es mediante el ejercicio, especialmente el ejercicio aeróbico, dijo Raji.