Seguramente que si este tema lo habláramos con nuestras abuelas se espantarían, pensarían que es una locura, un pecado tan inmoral que ni podrían imaginar, pero aunque no lo crean es algo que se ha puesto de moda.
Para las personas tímidas o con poca experiencia en el amor es toda una solución, y también es una manera de no perder la pasión entre las parejas que viajan mucho.
Algunas personas piensan que las emociones son más intensas cuando mantenemos los ojos cerrados, y en algunos casos los cierran por vergüenza, aunque los especialistas aseguran que el mantener los ojos cerrados provoca más sensaciones de placer, subiendo la adrenalina y hasta la fantasía.
Y sostenido éste “secretito a voces”, por experiencias de algunas mujeres que prefieren hacer el amor con la luz apagada (aunque su pareja opine lo contrario), no sería tan extraño deducir que aquellas mujeres que se desvisten a oscuras, lo disfruten más (una forma íntima de conservar su pudor), antes de que lleguen al momento culminante e inevitable de la tan esperada entrega de su cuerpo al ser amado.
Pero, ¿qué pasa cuando las parejas no se atreven, o por alguna razón no pueden tener intimidad en vivo, en directo y a todo color? ¡mmmm!, veamos:
Hay muchas formas de hacer el amor, sin necesidad de tener sexo físicamente.
Los teléfonos, por ejemplo, son el medio más común para empezar con el ritual del galanteo de los señores y la sonrisa tímida y seductora de las damas, acompañada de una buena dosis de inspiración, profundo cariño, respeto, confianza y amor hacia tu pareja.
Algunas parejas suelen hacer más emocionante el momento, hablando en principio de todo, menos de aquellito. Y al cabo de algunos momentos de “calentar motores”, ya se metieron ambos en tremenda avalancha de besos al auricular del teléfono, suspiros y gemidos… ¡capaces de sacudir al universo entero!: “¿Sabías que deseaba mucho este momento?”, “Mi amor, te necesito”, “Ahora te voy a amar más”, “Ahora soy tuya”, “Ya nada ni nadie podrá separarnos”, “Se me antojaba mucho hacer el amor contigo”, “no me animaba a pedírtelo”, “pensé que me rechazarías” “Te amo y deseo” etc.
Dulces frasecitas para un momento especial e inolvidable. El hombre muy enamorado, le baja a su mujer el cielo y las estrellas antes de verse y continuar con aquel idilio personalmente y frente a frente, sin tantos cables telefónicos que impiden el roce con la piel tan amada y añorada.
En ocasiones no se busca llegar a este tipo de conversaciones tan subidas de tono, pero una palabra lleva a la otra, cuando hay amor, pasión entre dos personas.
Las palabras bajan de tono, suben de color, y se vuelven más atrevidas: “ya me tienes excitada” o “ya estoy lista”…¡DIOS!, con estas palabras generalmente el hombre ya va por el segundo round de la pelea, y con voz adormilada y toda temblorosa de pasión, apenas si alcanza a contestar: “volvamos a hacerlo mi amor”, ella sólo responde con un apagado gemido: “lo estoy deseando” y arde de nuevo la hoguera telefónica. Para que esto suceda libremente, también tiene que haber mucha confianza entre ambos.
Y qué chistoso, a algunos hasta se les corta la comunicación justo en el momento preciso de la entrega: “¿qué pasó mi amor me cortaste?” –No; me recargué en el teléfono y sin darme cuenta se cortó- Se puso tan nerviosa y tan despistada que hasta en los cables se enredó sin querer. En fin… ¡Suele suceder!.
También en Internet, es otro medio que se presta para hacer el amor, o para tener sexo… ¡y hasta con camarita!; los más atrevidos y afortunados que no dejan pasar la oportunidad para aprovechar al máximo los avances de la ciencia y la tecnología a su servicio.
Con la tecnología de por medio, ya van directos y a la vista de los enamorados: Los gestos, la mímica, las poses, el strip tease, las insinuaciones, en pocas palabras ¡el show completo!, y por el mismo precio… ¡Santo Dios!, ¿hasta dónde vamos a llegar?, ¿Será posible que algún día hasta se llegue a formalizar y legalizar el matrimonio por teléfono y por Internet?… ¡Porque consumado ya está, a diario y en demasía!, incluso hasta con personas que ni siquiera se conocen personalmente.
Muchos esperan que esto sólo sea una moda pasajera, porque ni pensar en tener relaciones sexo-cibernéticas como si estuviéramos teniendo sexo con un robot, en vez de relaciones sexuales cuerpo a cuerpo.
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