Es un hecho y ahora se ha demostrado… Las mujeres hablan hasta tres veces más que los hombres. Y para ser más exactos, las féminas hablan un promedio de 20,000 palabras al día frente a las 7,000 de los hombres. Según el estudio llevado a cabo por un psiquiatra asegura también que las mujeres hablan más rápido y utilizan más potencia cerebral, por lo que gastan más energía.
Las mujeres hablan mucho más que nosotros, pero es algo que ya sabíamos. ¿Verdad?.
El cerebro femenino es bastante diferente al masculino en algunos aspectos. El de ellas viene ya preparado para hablar hasta por los codos, y es que posee más neuronas especializadas que el hombre.
Hay mujeres que no paran de hablar ni un minuto, y según este mismo estudio el simple hecho de que hablen hace que el cerebro inunde todo su organismo de sustancias químicas altamente adictivas, que son comparadas por los especialistas con la heroína. Son adictas a hablar sin parar, y cuanto más hablen, más hablarán…
El mismo estudio también informa que los cerebros masculinos son condicionados por la hormona testosterona, que nos hace fuertes y silenciosos, en comparación con ellas, y como consecuencia, la parte el cerebro responsable de los pensamientos sexuales es dos veces mayor que en las mujeres.
Por otro lado, hablando de sexo, las mujeres tienen menos de la hormona serotonina, que incide en el aumento de la felicidad y el estímulo sexual, mientras que su escasez conduce a la depresión y la falta de deseo sexual.
Resumiendo: los hombres piensan mucho en sexo y las mujeres hablan demasiado.
Esto no significa que las mujeres hablen más, sino que son más capaces de sostener monólogos. Es como si nuestra mente viniera preparada para simplemente escuchar, respondiendo con respuestas cortas y claras.
Está claro que las mujeres tienen muy buena memoria, recuerdan cada detalle de una historia y parece que no pueden evitar mencionarlo cuando tienen alguna oportunidad, ilustrando hasta con el más mínimo detalle.
Nuestras ideas de “hablar” son bien distintas. Para ellas hablar es hablar, y para nosotros hablar es hablar y oír. Lo curioso es que, según el estudio, nuestros cerebros también están preparados para enfrentar esta diferencia y nos hacen sordos a determinados comportamientos verbales femeninos; de otra manera, explotaríamos. Eso también explicaría por qué existen los besos (máquinas de callar a nuestra mujer, desde hace milenios).
En síntesis, nunca vamos a lograr que nuestras mujeres hablen menos, así son, es la personalidad de ellas. Sólo nos queda aceptarlas, amarlas, pero nunca intentar entenderlas porque ahí pasaríamos la vida queriendo lograrlo.
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine