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La Anciana y el Curandero

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Preocupada porque su vista se estaba perdiendo, una anciana decidió llamar a un curandero y ofreció pagarle una buena suma de dinero si lograba curarla de su mal. El curandero a ver a la enferma…

  Preocupada porque su vista se estaba perdiendo, una anciana decidió llamar a un curandero y ofreció pagarle una buena suma de dinero si lograba curarla de su mal. 

  El curandero a ver a la enferma y en cada curación mientras la mujer tenía los ojos cerrados como parte de su tratamiento, el muy farsante le iba robando sus muebles uno por uno. Procuraba hacer el menor ruido posible, para que su clienta no se diera cuenta de lo que estaba haciendo.

  Cuando ya no tenía qué robar, declaró la curación terminada, reclamando la paga convenida.

  Pero la anciana se negó a pagar, y el hombre, no satisfecho con la negativa, demandó a la enferma y la llevó hasta los tribunales. Entonces, la anciana declaró que si bien era cierto que había prometido pagar al curandero cierta suma si le sanaba la vista, también era cierto que su estado, después de la curación, se había agravado.

– Antes -manifestó- veía todo los muebles de mi casa, y ahora, por más que me esfuerzo, no alcanzo a ver ninguno….

Moraleja: Debemos con cautela escoger a quien en nuestro hogar vamos a acoger!

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