Los que tenemos la rutina de manejar por el mismo camino todos lo días, sea al trabajo, a la escuela, al gimnasio o nomás por salir de la vieja, digo, de la casa, sin rumbo fijo, aunque siempre tomemos el mismo rumbo (¿otra vez a la cantina?), sabemos que a veces, sea por suerte o por variar unos minutos el tiempo de despegue, nos toca viajar entre un grupo de choferes que manejan a la perfección; ponen sus señales siempre y a tiempo, no van distraídos como zombis, son amables, llevan buena velocidad, no se arrastran al llegar a una luz roja, las mujeres no se van pintando ni los muchachos van texteando hasta puede uno disfrutar la música del radio o silbar o cantar a gusto y sonreír a la vida, porque es bella …. Pero otras veces (las más de las veces) nos tocan ¡puros pendejos..!. De esos que te hacen el viaje un infierno y un convento, Un tormento, Puras madres y puros corajes.
Pues así también, igualitamente es la vida, mi amigo, con más frecuencia, y a más gente, nos toca hacer el viaje por el mundo y por los años, conviviendo con puros pendejos… Empezando con uno mismo, contigo mismo, que es con el pendejo que más convivimos, ¿A poco nunca has dicho “¡qué pendejo fui!”, “me apendejé”.. ¡Todos nos apendejamos quién más, quién menos, pero todos le hacemos al pendejo!
No te hagas. Por más que digas, grites y reniegues, y por muy fregón que te creas o te crean, un día, ¡y cuanto más pronto mejor!, vas a tener que admitir que también eres un pendejo más que va por el mundo, que va por la vida haciendo pendejadas. Ya lo dijo el latino “Humanus est pendejeare” ¿0 cómo dijo?
¿Que si yo soy un pendejo también? ¿Pero para que haces esas preguntas tan pendejas? Claro, que soy un pendejo y hasta experto, con decirte que inventé un curso de “Pendejología” y si me pongo a contarte las pendejadas que he hecho en la vida, aquí nos amaneceríamos… muchas mañanas.
Malo sería no admitirlo, pero tampoco presumo de ello, porque hay algunos que son pendejos y lo presumen…y eso ya se pasa de p…
Ahora bien, una vez que reconozcas lo que eres, y ya no voy a repetir esa palabrita, porque veo que te pone nervioso, como corajudo, aunque no tenías porqué… Es mucho más fácil aceptar que eres pendejo que dejar de serlo. Tampoco es gran vergüenza, porque en toda mi vida no he conocido un solo ser humano, óyelo bien, uno solo, que no lo sea, unos más otros menos, pero no hay humano que no sea pendejo y mal de muchos consuelo de pendejos, pero es consuelo…
La pendejología es una ciencia y un arte: El arte de convivir con pendejos. La pendejología te enseña cómo hacer de la vida un viaje agradable, sin vivir atormentado por las pendejadas que hagas, pero sin presumirlas, y vivir en la eterna lucha porque tus pendejadas sean cada vez menos y menos graves, a sabiendas de que tarde o temprano la muerte te rescatará de tus pendejadas. Sí, la muerte es el único remedio que cura lo pendejo… Eso esperamos.
La pendejología no te quita lo pendejo, pero te enseña a aceptar que con estos bueyes te tocó arar y con esos bueyes sacarás la milpa a la orilla, y vas a hacer la lucha por levantar buena cosecha… Quisiera tener mejores bueyes, pero con estos me tocó arar… con este arador, que soy yo, y con estos bueyes, aunque estén como la yunta de Silao, tan malo el pinto como el colorao….
Ya existes, ya estás en el mundo, ya eres fulano de tal. Y no escogiste, tiempo ni lugar, ni país ni familia… eso te tocó, y con esa masa hay que hacer tamales y a hacerlos lo mejor que se pueda y lo más sabroso posible… No hay que pensarle mucho, no hay que lamentarse ni renegar. No sufras por lo que no eres y no tienes, Goza, disfruta lo que eres y tienes. La existencia hay que tomarla por los cuernos. Vive y convive con los bueyes que te tocó arar…
A lo mejor tú querías ser europeo, pero naciste latinoamericano, pues te diré que tiene sus ventajas, porque todo tiene ventajas y todo tiene desventajas… Los filósofos europeos todo lo hicieron complicado, nomás enredaron mucho la Verdad. Los literatos rusos y orientales todo lo hicieron trágico y triste. Somos los latinoamericanos los que simplificamos las cosas y todo lo hacemos alegre, hasta la muerte pintamos de colores y la traemos cantando por entre la nopalera… Toda una visión del mundo alegre, fácil. Contentos, porque con estos bueyes flojos nos tocó arar… puede que sean malos, pero de perdido tenemos bueyes….. ¿Que hay que trabajar de sol a sol? No problem, mister… pero con una buen siesta…de por medio… Salud y saludos…
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