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LA COLUMNA DEL LIC. VIDRIERA ED52-2018

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“Estás fregao, tú todavía crees en Santaclós y en los Reyes Magos”. Así les decimos a los que creen cosas fantástica o esperan cosas imposibles, cuando un serio pensar los podría convencer que ni deben creer lo que creen ni esperar lo que esperan, porque van a desperdiciar su creencia y van a desperdiciar su esperanza. Porque lo racional y sensato es creer sólo las cosas creíbles y esperar sólo las cosas posibles… y así la vida será más racional, y siendo más racional sería más humana… y quién sabe, hasta podríamos llegar a ser capaces de hacer creíble lo increíble y posible lo imposible… Pero veo que ya estás pelando esos ojotes que pelas cuando me yo enredo y tú no me entiendes, volvamos a la realidad y santaclós los reyes magos.

Dicen que los que no conocemos la historia estamos en peligro de repetirla. Es decir: cometer los mismos errores. Y al contar la Historia, si no la sabemos, estaremos contando cuentos e historias. Por estos tiempos hacemos creer a nuestros hijos pequeños que Santaclós y los Reyes Magos les traen regalos y nos divertimos cuando los pequeños lo creen…..Mnmmm…. El caso de santaclós es más creíble por basarse en la vida de un santo que sí daba regalos a los niños, y bien pudiera “aparecerse” en Navidad y repetir su buena obra. Pero los “Reyes Magos” no regalaban a los niños, sólo a un niño en particular… Como San Nicolás es más reciente y se sabe más te platicaré de los Reyes Magos que, según la historia, ni era reyes ni eran magos, como entendemos mago. Uno sólo de los cuatro evangelios, el de Mateo, relata que “Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle”.

Por aquellos tiempos a los hombres de ciencia, a los sabios en Persia y Mesopotamia se les conocía como “magos”, lejos del significado que después se le daría a la palabra….

En el siglo III se los representaba como a dos. En las catacumbas romanas, hasta el siglo IV aparecían dos o cuatro magos, según los casos. En la iglesia siria y armenia se defendió la idea de una docena de magos, relacionando el número con las doce tribus de Israel.  En la iglesia egipcia, los magos fueron sesenta. 

En el siglo III, el teólogo Quinto Tertuliano, notando que la magia se tenía por esos tiempos como cosa mala, hasta diabólica, comenzó a llamarlos Reyes. Los nombres de estos Magos hechos “Reyes” aparecen en un mosaico bizantino de Ravena, Italia, en el año 520. Pero, aunque finalmente el número había quedado en tres, algunos notaron que los tres eran blancos…Y había que incluir más colores. De modo que un siglo más tarde (no llevamos prisa) el erudito teólogo anglosajón Beda El Venerable (675-735) menciona a Baltasar, de tez morena, de cualquier modo, le tocó el papel malo de la pastorela porque es el que lleva mirra al recién nacido anunciándole que va a morir.

Si en el número hubo variedad, en los nombres ni se diga. Cada región les ponía nombes diferentes. Apellicon, Amerim y Serakin se llamaban entre los griegos; Kagpha, Badalilma y Badadakharida en la iglesia siria; Ator, Sater y Paratoras en Etiopía, etc. Acá nos quedamos con Melchor, Gaspar y Baltazar, que en siglo octavo se dijo que era moreno, pero hasta el siglo XVI terminó de su conversión total de blanco en negro, para representar en ellos los tres continentes conocidos entonces: África, Asia y Europa. El caso es que vinieron quedando en una rosca….Para celebrar a los Reyes, el panadero quiso hacer una corona y se le aplastó y dijo: “bueno que sea rosca”.

Pero en fin, creo yo que si queremos un mundo mejor hay que empezar por una niñez mejor… Yo no soy partidario de que los mayores de diviertan mintiendo a los menores. Jugar con las mentes de los niños podría ser dañino, creo yo, lo mejor sería dejarlos que vivan su niñez sin enredarlos con historias, con creencias…ritos, ídolos y mitos…por encima de sus mentes. Ellos aprenderán a pensar si les damos libertad

El Pilón.- Dejad que los niños jueguen con todos los niños del mundo sin diferencia de colores o idiomas o países o religiones que jueguen y jugando se hagan amigos. …. Que los jóvenes de todo el mundo convivan se diviertan juntos y se enamoren y se aparejen sin diferencia de colores países, religiones…y enamorados hagan un mundo lleno de amor para amar y vivir…una eterna juventud. Que los viejos del mundo… que los viejos del mundo… que perdieron el amor y el respeto a la vida.. a esos déjenlos que se maten en sus guerras estúpidas, que se pudran en sus úlceras de ambición de poder, riquezas y lujos… y que dejen el mundo limpio para que pueda florecer la verdadera vida feliz, la Verdad. Amén

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