La crisis continúa.

Recientemente el Cardenal Roger Mahony de Los Angeles, instó al ex obispo de Sydney, Australia, Geoffrey Robinson, a que no promueva su libro:

Recientemente el Cardenal Roger Mahony de Los
Angeles, instó al ex obispo de Sydney, Australia,
Geoffrey Robinson, a que no promueva su libro:
“Confrontando la sexualidad y el poder en la Iglesia
Católica”, cuya tesis principal pone en tela de
juicio los abusos sexuales de algunos párrocos de la
Iglesia Católica.

Para decepción del Cardenal Mahony, su petición
no funcionó. Por el contrario, el ex obispo australiano,
en vez de sentirse ofuscado, sus palabras más
bien lo estimularon y le incitaron a promover con
más ahínco las premisas de su obra.

Más de 200 personas abarrotaron un pequeño recinto
del Centro Comunitario de la Ciudad de Costa
Mesa –mucha gente se quedó escuchando sus palabras
afuera de la pequeña sala de conferencias—,
mientras Robinson se pronunciaba a favor de las
palabras de hermandad, solidaridad y amor, que habían
sido transmitidas por Jesús de Nazareth.

El obispo retirado, todavía sigue siendo uno de los
más fieles seguidores de las enseñanzas de Jesucristo
y del Catolicismo a pesar de los problemas que contempla
en su seno por las cuestiones de abuso sexual.
Dicha presentación fue una de las primeras refutaciones
públicas en contra de la Iglesia Católica por
un miembro de gran jerarquía. Robinson sostuvo
que el problema de los abuso de menores no es una
cuestión enteramente individual, es decir de los sacerdotes
o algún miembro de esta Iglesia, sino que
tales problemas tienen implicaciones sistémicas.
En otras palabras, existen leyes y mandatos internos
dentro de la Iglesia Católica, como el celibato y
el voto de castidad, los cuales promueven el abuso
sexual y el abuso de poder. “El celibato es un mandato
perverso en la vida de un sacerdote o en la
vida de una persona religiosa y, por lo tanto, debe
ser analizado de una manera especial”, sostuvo.
Sin embargo también subrayó que, “se deben contemplar
otras variables más allá del celibato para
encontrar y resolver las causas que promueven el
abuso [sexual]”. En todo caso, el celibato es sólo
una gran parte del problema; no es todo.

En 1994, Robinson fue nombrado por el prelado
católico a asumir responsabilidades en torno a cuestiones
de abuso por parte de miembros de la iglesia.
“Desde entonces estuve en el ojo del huracán de los
abusos sexuales”, sostiene en su libro. “Algunas
historias que me comentaron las víctimas, me hicieron
remover el estómago”, dijo.

Empero, una de las partes más reveladoras de su
ponencia de Robinson en Costa Mesa, misma que
también menciona en su libro, es la respuesta del
papa Juan Pablo II a los primeros indicios de abuso
sexual de los pederastas de la Iglesia Católica.
“El Papa no supo responder de una manera eficaz a
esos problemas”, subrayó.

Es más, en una conferencia de prensa que ofreció en Australia, Robinson hizo
conocer a los medios de comunicación que “no estaba de acuerdo con el nivel
de apoyo que estaba recibiendo desde Roma”.

El 7 agosto de 1996 el prelado le respondió de la siguiente manera: “Existe
preocupación en la Congregación de Obispos (esto desde el particular punto de vista
de Robinson) los cuales son críticos a las enseñanzas del magistrado y a la disciplina
de la Iglesia”. Dos meses más tarde (16 de octubre de 1996), Robinson
nuevamente recibió una carta, en donde las máximas autoridades de la Iglesia
Católica le hicieron saber que era sospechoso de herejía por los comentarios
que había vertido días atrás.

La obra del ex obispo, que también será publicada en español este año, es un
documento leal y que debe ser leído no sólo por aquellas personas devotas de
la doctrina católica, sino también a todos los cristianos en el mundo, especialmente
por la alta jerarquía de la Iglesia Católica. Sus palabras son la voz de
todas esas personas que fueron víctimas.

Dr. Humberto Caspa es profesor universitario. Autor del libro: “Terror en el barrio
latino: La llegada de la nueva derecha al gobierno municipal”. E-mail: hcletters@
netzero.com.