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La inmigración causa Estrés y Depresión

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Desde que llegó a Estados Unidos desde Michoacán, México, su vida ha sido un trauma: no puede adaptarse a esta cultura, no

Los cambios, el choque cultural y la nostalgia de los seres queridos dejados atrás,
son en gran medida causantes de algunos de los desordenes mentales de nuestra gente

Desde que llegó a Estados Unidos desde Michoacán, México,
su vida ha sido un trauma: no puede adaptarse a esta cultura, no
puede comunicarse bien por el idioma y extraña su tierra.
“El ritmo de vida es muy diferente, los valores familiares, y uno
nunca alcanza del todo a superar los traumas”, dijo Arceo, quien
no quiere regresar a su país para que no lo vean como una derrota.
Sus padres murieron hace poco, y no tiene mucha familia
en Michoacán. Además tiene una hija de 21 años y cree que las
oportunidades están en este país.
Los estudios muestran que la población que ocupa los estratos
de más bajos ingresos, empleo y con menos años de escolaridad,
presentan mayores problemas sicológicos y tienen entre 2 y 3
veces mayor probabilidad de tener padecimientos mentales. Esto
en comparación con quienes ocupan los estratos más altos, como
el grupo blancos no hispanos, según el Centro de Investigación
de Políticas Públicas del Estado de California, (CPRC).
Según un informe del CPRC, entre el 80 y 90 % los desordenes
mentales tienen tratamiento a base de terapias.
El 90% de los pacientes del siquiatra Andrés Felipe Sciolla en
California son hispanos. La mayoría lo visita a su consultorio por
depresión. Según él, esto es producto de los cambios y el choque
culturales que sufren los inmigrantes al llegar a Estados Unidos.
“Mientras más tardío se vienen es más estresante”, dijo Sciolla.
“El sentido de la inmigración tiene una consecuencia muy importante.
Por lo menos en un grupo de ellos ocurre con la base
sicológica de un trauma infantil”, dijo.

El estrés por la inmigración se da tanto en el hombre como en
la mujer, pero según Sciolla, es mayor en las mujeres; el hombre
encuentra más apoyo en los compañeros de trabajo y tiene más
contactos con otras personas, mientras que la mujer tiene un sentimiento
de soledad al no tener el apoyo de la familia extendida
como las tías, la madre y las hermanas para criar a los hijos (algo
a lo que quizás están más acostumbradas).
“Las mujeres van al siquiatra; los hombres van a la cárcel. Esto
lo digo más en serio que medio en broma”, dijo Sciolla.
La mayoría de los hombres por su afán de buscar y de demostrar
su hombría no buscan ayuda cuando están pasando por un
momento difícil, se escudan en el alcohol. “Los hombres tienen a
la mano la tequila y se automedican con alcohol; principalmente
los que llevan menos tiempo en el país” dijo Sciolla.
Según Sciolla, hay mucha depresión que no está diagnosticada, y
ésta es la punta de un iceberg que genera problemas psicológicos
mayores o con graves consecuencias como la violencia infantil,
drogadicción, arrestos por manejar intoxicados, entre otros.
Las mujeres tienen más tendencia a deprimirse que los hombres,
y aún no se conoce si esto es producto o causa biológica,
genética o una combinación de ambos. (Aunque a los hombres
también les da depresión es más difícil para ellos reconocerlo).
Arceo decidió ir donde el siquiatra a pesar de las críticas porque
no paraba de llorar, no podía dormir y su vida se estaba convirtiendo
en una pesadilla.
“Mi compañero me dice que no debo de ir, que estoy bien. No
me cree lo que tengo”, dijo Arceo quien desde hace ocho meses

va donde el siquiatra y toma medicina para la depresión. Desde
entonces, se siente más tranquila.
Los hombres no quieren ir al siquiatra
Entre los hombres, la soledad es una causa de la depresión.
Como la cultura latina es colectivista, para sus miembros resulta
más difícil adaptarse a una sociedad individualista como ésta.
La discriminación, el miedo por el estatus migratorio y muchas
veces el abuso verbal –directo o indirecto– en los lugares de
trabajo, pueden llegar a ocasionar estrés.

El 60% de los pacientes de Sciolla son mujeres, mientras que el
40% son hombres. “Con lo años más hombres han venido a mi
consultorio; pero es un proceso”, dijo Sciolla. “Piensan que el
hecho de venir les va a quitar ser ‘machos’”.
Una gran mayoría no busca ayuda profesional con médicos siquiatras
o sicólogos por que creen que sólo la padecen los locos.
Sin embargo, quienes sufren de depresión o ansiedad deben visitar
aun especialista y no dejar que los síntomas empeoren y
ocurran consecuencias irreparables.

Un estudio dado a conocer por el CPRC, encontró que las mujeres
de origen latino que inmigraron a los Estados Unidos sin sus
hijos tienen 1.52 más probabilidades de sentirse primero tristes
y melancólicaa y después estrezadas y deprimidas, en comparación
con aquellas que inmigraron trayendo a sus hijos consigo o
que no tienen hijos.

Es por eso que Arceo dice: “Yo aconsejaría a todas las personas
que se sienten como yo, no lo dejen a la decidía y consulten a un
médico o un especialista que les pueda ayudar a quitar el estrés y
la depresión…. Esto es muy importante para sus vidas!”.
Cortesía de la Columna Vertebral (Hispanic Network Comunication)

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