Los cambios en la forma de vida, el choque cultural y la nostalgia por seres queridos son en gran medida causantes de desordenes emocionales en nuestra gente.
Desde su llegada de Michoacán, a Estados Unidos, la vida de Martha Arceo ha sido un trauma para ella: no puede adaptarse a la cultura o comunicarse bien por el idioma además de extrañar su tierra.
“El ritmo de vida es muy diferente, los valores familiares, y uno nunca alcanza del todo a superar los traumas”, dijo Arceo, quien no quiere regresar a su país para que no la vean como una derrotada.
Sus padres murieron hace poco, y no tiene mucha familia en Michoacán. Además al ser madre de dos hijos de 9 y 13 años, cree que tienen mejores oportunidades aquí.
Según un informe del CPRC (Centro de Investigación de Políticas Públicas del Estado de California), entre el 80 y 90 % los desórdenes mentales tienen tratamiento a base de terapias.
El 90% de los pacientes del psiquiatra Andrés Felipe Sciolla en California son hispanos. La mayoría que visita su consultorio es por depresión. Según él, esto es producto de los cambios y el choque cultural que sufren los inmigrantes al llegar a Estados Unidos.
El estrés por la inmigración se da tanto en el hombre como en la mujer, pero se cree que es mayor en mujeres debido a que el hombre tiene más distractores; en tanto que la mujer, si acaso solo tiene el apoyo de algún familiar no tan cercano, como las tías, primas o conocidas, para criar a los hijos.
Las mujeres tienen más tendencia a deprimirse que los hombres, y aún no se conoce si esto es causa biológica, genética o una combinación de ambos.
Este sentimiento afectó tanto a Arceo, que decidió ir al psiquiatra a pesar de las críticas porque no paraba de llorar, no podía dormir y su vida se estaba convirtiendo en una pesadilla…. “Mi compañero no me cree lo que tengo”, dijo Arceo la cual lleva ocho meses yendo a terapia.
Entre los hombres, la soledad causa depresión
El hombre latino, al provenir de una sociedad más conservadora, le es difícil adaptarse a una nueva cultura y si se le suma la discriminación, el miedo por el estatus migratorio y muchas veces el abuso verbal, directo o indirecto, en los lugares de trabajo, eso le ocasiona gran depresión.
Pero la mayoría de ellos, en su afán de demostrar su hombría, no buscan ayuda cuando están pasando por un momento difícil, se escudan en el alcohol o drogas. Incluso, dicen que el psicólogo es cosa para locos. Sin embargo, quienes sufren de depresión o ansiedad deben visitar a un especialista y no dejar que los síntomas dejen consecuencias irreparables.
Cortesía de: La Red Hispana.
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