La primavera es una de las cuatro estaciones en que dividimos el año, empieza en el equinoccio (noches iguales en duración a los días) de marzo y dura hasta el solsticio de junio, cuando se da el día más largo del año.
Como metáfora se dice que una cosa está en su primavera cuando está en su mayor vigor y hermosura… Hay quienes dicen que primavera significa primer verdor, pero en realidad significa, primer verano, del latín primus, primero y ver veris, verano, por lo que primavera sería el primer verano, el principio de verano, porque los antiguos dividían el año en invierno y verano…
Pero nosotros sabemos, por encima de definiciones e historias, que la primavera es todo eso y mucho más. Es el tiempo en que reverdecen los campos y empiezan a vestirse con flores de mil colores; el canto de los pájaros es alegre y la naturaleza toda vibra alegre y llena de esperanzas.
El frió del invierno ha pasado y vuelve a calentar el sol… Es tiempo de renacer, de levantarse del letargo del invierno, de tomar nuevos impulsos de vida.
Por todos esos sentimientos que la primavera despierta en los humanos y en la naturaleza, en todos los pueblos antiguos se celebraba con mucho regocijo la llegada de la primavera y siempre se ha tenido como símbolo de renovación, de renacer, de revivir, de volver a empezar sí, pero con nuevos bríos, con más energía.
Nosotros en El Aviso nos hemos contagiado de ese espíritu de renovación de la primavera y desde la edición anterior empezamos algunos cambios en la presentación de la revista, con la intención siempre de que la disfrutes más y mejor. Tus opiniones serán bienvenidas.
¡Que disfrutes el nuevo Aviso y la nueva Primavera!
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