Probablemente usted vio, hace algunos años, la película de ciencia ficción “Deep Impact” en la que los héroes hollywoodenses desvían un meteorito que va a chocar contra nuestro planeta… Pero si bien tal realización tiene mucho de imaginación, la verdad es que no tiene poco de ficción, ya que, al parecer, la Tierra se escapó de una devastación y posiblemente de su desaparición, hace algunos años, cuando un gigantesco meteoro se desvió por muy poco de la trayectoria que hubiera provocado la colosal colisión.
La veloz y gigantesca roca sorprendió a los científicos, ya que, de haber golpeado a la Tierra, lo habría hecho con una fuerza calculada en un millón de bombas de hidrógeno. Los daños hubieran sido terribles, arrasando con países completos, dejando millones de muertos y generando tales cambios en la atmósfera que muy probablemente habrían resultado fatales para la continuación de la vida.
Los más renombrados astrónomos del mundo rápidamente estuvieron de acuerdo en que se debía ocultar la pavorosa información para prevenir que cundiera el pánico en todo el mundo.
Cuando se estrenó Deep Impact, para la mayoría de la gente era una película futurista y de ciencia ficción, una más de las muchas que se producen en el cine norteamericano, sin embargo en 1999, un observador de Seguridad Nacional filtró información y aseguró a algunos medios que en realidad fue en 1994 cuando la Tierra estuvo a punto de ser chocada por un gigantesco meteoro, y agregó más aún, que en la NASA se contempla la posibilidad de que existan más meteoros de estas características que en un futuro próximo pueden colapsar al planeta.
“Desgraciadamente el informar ‘oficialmente’ este tipo de situaciones puede crear un caos incalculable a nivel mundial, como el que ocurrió este 21 de mayo pasado con la tan sonada noticia de la destrucción del mundo, aunque no pasó a mayores, por eso se maneja con mucha reserva”, expresa el científico. “Este meteoro que apenas pudimos salvar no es el único: además, nadie sabe si el próximo dará en el blanco. “No obstante, pese a todos los equipos de alta tecnología y satélites con que contamos, el meteoro que pasó zumbando junto al planeta nos tomó a todos por sorpresa. La mega roca pasó a unos 95,000 kilómetros de la Tierra, lo cual puede sonar como una distancia grandísima para el hombre común y corriente, pero para los que saben de esto, es indudable que el acercamiento fue sumamente peligroso. Esto nos enseña la necesidad imperiosa de crear artefactos de detección más sofisticados, así como técnicas efectivas de repulsión ante tales fenómenos” dijo el observador de seguridad nacional.
La fuente dice que eran aproximadamente las 6:43 de la mañana cuando el meteoro se dejó ver. No hubo más allá de tres minutos de advertencia, tiempo suficiente para hacer una frenética y desesperada llamada a la Casa Blanca. La trayectoria que llevaba el meteoro sugería un impacto directo con la Tierra. Afortunadamente, tuvo el margen de desviación suficiente para que nos pudiéramos escapar de la catástrofe.
TERRIBLES CONSECUENCIAS
Pero aunque en este caso el resultado fue de millones de dólares en pérdidas materiales y algunas decenas de personas muertas, no hay comparación alguna en lo que a daños se refiere si el meteoro se hubiera impactado con la Tierra. “Europa habría quedado reducida a añicos con la tremenda explosión”, explica el científico, quien monitoreó el evento desde el Observatorio de la Costa Oeste, en Estados Unidos.
“Existe una buena probabilidad de que con el choque la Tierra hubiese salido de su movimiento normal de rotación. También se habría producido una marea gigantesca, ocasionando estragos en el continente americano. “Una montaña de agua se habría venido sobre nosotros desde la costa este, borrando muy probablemente todas las playas a su paso. “Una nube gruesísima de polvo habría bloqueado el paso de los rayos solares, con lo cual la temperatura de la Tierra hubiera descendido significativamente. “Con el tiempo, esto habría interrumpido los ciclos de vida y el género humano sobreviviente tendría en principio que enfrentar una serie de problemas aterradores”.
Los meteoros no son algo fuera de lo común; la mayoría se desintegran antes de tocar la superficie de la Tierra; sin embargo, el meteoro que nos ocupa tenía unas dimensiones enormes, con capacidad para conservar su volumen al cruzar la atmósfera e impactarse de lleno en la superficie con una fuerza que va más allá de la imaginación. Aunque las autoridades norteamericanas han mantenido todo tipo de reservas, ya que los posibles efectos de pánico son inimaginables, lo cierto es que, según Rob Boero (nombre ficticio que por razones obvias se le ha dado al observador de Seguridad Nacional que filtró esta información), la Tierra sí estuvo a punto, posiblemente, de ser destruida, al chocar con un gigantesco meteoro…
Y Créalo o No… Así Fue!!
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