En un descuido, una zorra cayó a un pozo y allí se quedó atrapada. Un chivo que pasaba por allí, al oír sus gritos de auxilio, se asomó y con sorna,
En un descuido, una zorra cayó a un pozo y allí se quedó atrapada. Un chivo que pasaba por allí, al oír sus gritos de auxilio, se asomó y con sorna, como queriendo burlarse de ella le preguntó qué tal estaba el agua. – ¡Estupenda! -exclamó la zorra fingiendo- Y como tú me has caído muy bien, te invito a que bajes conmigo para beber juntos de esta fresca agua de pozo.
El chivo aceptó gustoso la invitación y, una vez que hubo bebido, se dio cuenta que no podía subir para llegar hasta el borde. –Y ahora, ¿cómo salimos? -preguntó a su compañera.
– Sugiero, que te apoyes sobre las patas -respondió ella; yo treparé por tu cuerpo y, una vez que esté fuera, te ayudaré a salir de aquí. Así lo hicieron, pero cuando la zorra se vio libre, dijo al chivo:
– ¡Adiós tonto! ¡Que te diviertas ahí dentro! Y se alejó del lugar riéndose descaradamente.
Moraleja: No es bueno en cualquier ser confiar pues una desagradable sorpresa te puedes llevar!
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine