Las tortugas (Testudines) son reptiles caracterizados por tener un tronco ancho y corto protegido por un caparazón, formado generalmente por placas óseas, revestidas de placas córneas, a veces sólo por placas córneas. Del caparazón salen, por delante, la cabeza y las patas anteriores, y por detrás, las patas posteriores y la cola. Hay tortugas que tienen el caparazón dividido en dos partes, una dorsal o superior y otra ventral, unidas entre sí.
La característica más importante del esqueleto de las tortugas es que la columna vertebral está soldada a la parte dorsal del caparazón. El esqueleto hace que la respiración sea imposible por movimiento de la caja torácica y se lleva a cabo, principalmente, por la acción de las extremidades.
El cráneo presenta características de un gran primitivismo. No tienen dientes, pero la una mandíbula es afilada y cubierta por una capa cornea que la hace parecer un pico.
Las tortugas terrestres necesitan bastante espacio. Pueden tenerse en casa, siempre y cuando se les destine un espacio dedicado a ellas. Si tenemos un espacio abierto exterior, se les puede hacer un espacio cerrado, para que no se pierdan por el jardín.
Es recomendable dejarlas sueltas por la casa para que anden y hagan ejercicio. También necesitan exponerse al sol al menos 1 o 2 horas al día, siempre y cuando ellas lo elijan.
Se reproducen por huevos. Las hembras ponen huevos a partir de los 12-15 años de edad, en la época de primavera-verano. Se puede dar el caso en el que la hembra ponga huevos sola, sin ayuda del macho, pero esos huevos no serán fértiles.
Cuando la temperatura disminuye y las horas de luz se ven reducidas, las tortugas terrestres disminuyen su actividad, quedándose paradas hasta que las condiciones mejoran. Aún así, existen casos en los que, si las tortugas tienen un ambiente cerrado y cálido, pueden reducir esta hibernación, incluso eliminarla.
Una de las tortugas terrestres más famosas es posiblemente la tortuga de caja, de la cual existen varias subespecies. Estas tortugas pueden superar fácilmente los cien años de edad. Además tienen la característica peculiar que pueden ocultarse por completo dentro de su caparazón, cuando otras especies sólo pueden hacerlo en parte.
Las tortugas machos poseen la cola más larga y puntiaguda y algunos tienen vientre cóncavo. Otra característica es que estos animales sienten las vibraciones a través del suelo. La boca tiene forma de pico y carece de dientes, la mandíbula está cubierta por una capa cornea. Su piel cutánea la cambian poco a poco, como también cambian los escudos del caparazón, reemplazándolos por nuevos, sin un orden especifico. Gracias a sus dedos se desplazan lentamente por todos lados.
Aunque su longevidad varia un poco, dependiendo de la región, las tortugas de tierra viven, en promedio, de entre 50 y 60 años, aunque también las hay que duren 80 o más años.
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