La soja ha sido durante milenios la principal fuente proteica de los países asiáticos, de donde es originaria. El cultivo de esta legumbre se inició en China hace alrededor de seis mil años y en su cultura se llegó a considerar una de las cinco plantas sagradas, junto con el arroz, el trigo, el centeno y el mijo. Desde allí se extendió al resto de Asia y, en la actualidad, Brasil se ha erigido en el mayor exportador de soja en el mundo seguido por Estados Unidos.
LECITINA, UN EMULSIONANTE QUE DESCOMPONE LA GRASA.
Una parte de la lecitina atrae a la grasa y la otra al agua, lo que significa que dichas grasas, como el colesterol, se dispersan en sangre en pequeñas partículas que, de esta forma, pueden traspasar fácilmente las paredes arteriales. La lecitina, como emulsionante, descompone la grasa e impide que ésta forme depósitos, al descomponerla en partículas que puedan ser metabolizadas de forma más fácil y plena. Dicho de otro modo: la lecitina impide que la grasa se acumule.
Para aumentar la cantidad de lecitina en nuestro organismo y evitar que las grasas invadan lugares en nuestro cuerpo que no debieran estar, tenemos que tener en cuenta que ésta la podemos consumir a partir de fuentes como la soja, huevos, leche, fuentes marinas, canola, algodón y girasol.
La soja es uno de estos frutos ricos en lecitina, que se obtiene a partir del aceite que se extrae de sus granos. Se trata de un fosfolípido rico en ácidos grasos esenciales, fibra,
fósforo y vitaminas. De ahí que tomar la lecitina de soja como suplemento sea muy útil para la formación de las membranas celulares, en especial en cerebro, corazón, riñones, médula ósea e hígado.
“ENEMIGA DEL COLESTEROL”
El nutricionista Paul Simons en su libro, “La Lecitina, enemiga del colesterol”, señala que uno de los principales factores causantes de las enfermedades cardiacas es el exceso de colesterol en la sangre; cuando la lecitina presente es insuficiente, el colesterol se deposita en las paredes arteriales endureciéndolas, produciendo su estrechamiento y restándole flexibilidad, dando lugar a la arterioesclerosis.
El colesterol sólo es un problema en nuestro organismo cuando se encuentra en un estado de desequilibrio, situación que no sólo significa mucho colesterol, sino también muy poca lecitina, pues el colesterol es una sustancia grasa que necesita lecitina para convertirse en aquella grasa que requiere el cuerpo para la formación de las células y, a su vez, el suministro de energía.
EMBELLECEDORA DE LA PIEL Y DEL CUERPO.
La lecitina también es importante para el mantenimiento de una piel saludable y de aspecto luminoso, gracias a sus ácidos grasos. Muchos trastornos cutáneos, como por ejemplo la psoriasis, los eccemas y algunas formas de acné son generados por una mala absorción de las grasas. Y la piel depende de las grasas de la sangre para mantenerse limpia, fresca y libre de arrugas.
También está indicada para regímenes de adelgazamiento. Para la persona que está siguiendo una dieta para reducir peso, la lecitina procura dos cosas; primero que la grasa se queme con mayor rapidez y efectividad produciendo energía y, segundo, que no se formen depósitos de grasa poco estéticos.
Está comprobada su eficacia para facilitar la digestión estimulando la función intestinal al mejorar la absorción de grasas; reducir los niveles de colesterol; prevenir la formación de cálculos biliares y mejorar el rendimiento intelectual. Otros trabajos evidencian que sus isoflavonas disminuyen el nivel de LDL o colesterol ‘malo’ y elevan el HDL o colesterol ‘bueno’.
La lecitina se utiliza en las dietas para diabéticos y en otras muchas dietas especiales. Para los diabéticos es una importante fuente suplementaria de energía y puede prevenir síntomas secundarios que, a menudo, acompañan a esta enfermedad como la acumulación de grasa en el hígado, el alza de los niveles de grasa y el colesterol en sangre, explica en su libro el nutricionista Paul Simons.
La lecitina de soja, por lo tanto, es un alimento de gran valor dietético que, con el paso del tiempo, se ha ido labrando poco a poco una reputación importante por su aportación en el mantenimiento de las grasas necesarias de nuestro organismo en niveles equilibrados, para que nuestro cuerpo sea capaz de funcionar correctamente y nos proporcione una salud estable.
Isabel Martínez Pita. / EFE-REPORTAJES.
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