Un apodo que los humanos nos hemos puesto, para definirnos de algún modo, ha sido el de “animales racionales”. Lo de que somos animales, muy pocos lo discuten, y serían esos pocos que afirman que los humanos a veces somos o actuamos más ‘animales’ que los animales. Porque, a decir verdad, son más fieles los animales a su naturaleza irracional que los humanos a su naturaleza racional.
Se comportan tan bien algunos animales que hasta los invitamos a nuestra casa a vivir con nosotros. Lo único que no me gusta de los animales irracionales es que no hayan descubierto un modo de alimentarse sin tener que comerse unos a otros, Se puede disculpar, son animales, pues, son irracionales, pero que los animales inteligentes, racionales, se maten unos a otros, ni siquiera para comerse, sólo porque me estorbas, me caes gordo, eres de color de piel diferente al mío, estás ocupando una tierra que yo quiero para mí, hablas otro idioma, tienes otra religión… Si los animales irracionales tienen uno o dos motivos para matarse unos a otros, los animales racionales, cual debe, tenemos gran variedad de motivos para matarnos unos a otros. Y cuando no nos ocupamos en matamos, nos ocupamos en hacernos la vida difícil unos a otros, lo cual tampoco es fruto de razón e inteligencia. Y es que el rodar del mundo no puede ir por buen camino porque no lo mueven las ideas sino los negociosos. No lo mueve gente sabia interesada en la Verdad, lo mueve gente interesada en hacer negocio, gente interesada en ganancias económicas no en ganancias sociales… A fin de cuentos las cuentas deben de mostrar ganancias, caiga quien caiga. Y los que caen son millones y millones de humanos que viven en la pobreza, millones que ‘viven’ pasándola, que ahí la llevan, muy apenas, sobreviviendo en un mundo cruel, que con un poco de inteligencia podría ser un paraíso para todos.
Presumimos de inteligentes, levantamos estatuas a nuestros sabios… Bien puede ser que haya habido en miles de años algunos destellos, como relámpagos de racionalidad, de inteligencia, pero la humanidad como tal, aparte de algunos libros con buenas ideas, tiene muy poco de qué presumir en logros racionales e inteligentes. Tal vez nuestros sabios sepan escribir, inventar historias, pero no saben gobernar ni convencer al mundo a ir por caminos de paz, hermandad, verdadero progreso humano, que es por donde debería ir una humanidad racional e inteligente. Viendo lo que hemos hecho con el mundo no podemos gloriarnos de ser sabios.
Las ciudades, por ejemplo, algo que tanto presume el mundo, han sido un fracaso, se inventaron para agrupar a los pacíficos y defenderse de los vándalos, pero ahora se han convertido en nidos de vándalos, enfermedades y crimen, y los pacíficos que pueden tienden a salir (a huir) de las ciudades, porque no son lo mejor para el desarrollo humano. ¿Cómo se van a desarrollar niños encerrados y apretujados en apartamentos, cuando deberían andar corriendo por los campos conviviendo con la naturaleza ‘al natural’, (valga la rebuznancia), y no con la naturaleza artificial de las ciudades.
Ya veo acercarse el final del papel y hay tantas cosas que quisiera ponerte frente a tus ojos para convencerte de lo irracional de nuestra vida y lo mucho que mejoraría si fuéramos un poco, un poquito más racionales. No hemos aprendido a convivir, competimos en todo. Llevamos a nuestros jóvenes a convivir en las olimpiadas ¡para que compitan! Nuestros deportes todos son de competencia, no de ayuda mutua, no de convivencia; algunos son brutales.
Si fuéramos más racionales… o racionales a secas, como ya dije, ya hubiéramos hecho de este mundo un paraíso y no un pariente del infierno, como es, donde hay más competencia bruta que convivencia racional; más odio que amor, más balazos que…saludos y Salud.
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