Para aquellos hombres que se dicen ser muy ‘expertos’ en las artes de hacer el amor, el siguiente artículo les pondrá a prueba o les ayudará a poner en práctica todos sus conocimientos para que complazcan a una mujer, en la cama… y no me refiero específicamente al hecho del coito.
Para empezar, existen ciertos aspectos que deben cuidar para que no les reste puntos, ya que, podrán ser unas maqui-nitas perooo.., ¡cuidado!
Las mujeres somos tan ‘especiales’, que logramos ver hasta el más mínimo detalle. Se dice que para un hombre el sexo es más visual, en tanto que para una mujer son otras ‘varias’ cosas. Puede que la frase anterior sea cierta, pero no del todo, pues eso no significa que no nos fijemos y desilusionemos del aspecto físico de un hombre.
Las mujeres los preferimos con boxers, que con calzoncillos entallados, y que no sean de colores vivos. Si están en la cama con una chica, ¿qué les hace pensar que dejarse los calcetines puestos les hará ver bien?, NOOO!. Todo lo con-trario, se verán poco graciosos ante la mirada de una mujer. O se quitan toda la ropa o mejor ni siquiera se bajen los pantalones, pues a medias a nadie le gusta nada. Y por favor, oler bien!, una buena higiene es lo primordial.
¿Cómo funcionará la mente de un hombre, para pensar que las mujeres trabajamos como aparatos automáticos o má-quinas que necesita de una moneda y estarán listas para calentar sus motores y arrancar a toda marcha?… No señores, las mujeres necesitamos un estímulo constante. Un buen beso es un buen ‘arranque’, pero es eso, ‘el arranque’… Las féminas necesitamos de muchas caricias, palabras ardientes y apasionadas, más besos por aquí, por allá, más cari-cias… Señores: “DEMÓRENSE, todo lo que deseen, apasionados besos, lascivas caricias”.
Las mujeres somos sensitivas, y muchas veces extrañamos aquellas épocas en las que empañábamos los vidrios del automóvil por tanto besar y aquellas eternas sesiones de apapachos y caricias a la hora de hacer el amor que no deja-ban intacto un solo rincón del cuerpo.
Tomen muy en cuenta que el clítoris tiene una conexión estrecha con los oídos de la mujer y necesitan ser estimulados ambos.
El hombre egoísta y que sólo piensa en satisfacer sus necesidades es desilusionante para la mujer, y si esa situación es repetitiva, entonces será denigrante para ella.
Otro aspecto con el que los chicos, deben tener mucho ojo, es con la impotencia, y no importa que le echen la culpa a tanto trabajo o al estrés. Si no pueden levantar el vuelo, Dios les dio dos manos y mucha imaginación, utilícenlas!!!
Si el problema es la eyaculación precoz, ahí sí deben consultar a un especialista que les ayude, porque no se imaginan lo frustrante que es para una mujer, que cuando ella está a medias de su etapa de excitación, su pareja dice ‘ya!’
¡Variedad, sobre todo mucha variedad!
Al igual que se debe tener creatividad para vivir y tratar de ser feliz cada día con las cosas que tenemos, en el sexo es-ta actitud debe ser similar, pues caer en la monotonía es el primer paso a una vida sexual aburrida y sin estímulo.
Otro consejo para los caballeros, si su mujer luce lencería sexy, aprécienla y disfrútenlo, no lo arranquen como ener-gúmenos y vayan al grano de un solo jalón!; Que aparte de ser poco delicado y hasta prosaico,… esos trajecitos cues-tan!
No hay nada más satisfactorio que tener el mejor de los orgasmos (aunque no necesariamente al mismo tiempo, pero eso sí, ambos!) y dormir una larga siesta abrazado de tu pareja.
Estos pequeños y simples tips de: “saber lo que una mujer quiere en la cama”, no son imposibles para un hombre sen-sible y humano. Sólo es cuestión de ponerlo en práctica y no ser tan machos.
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