La Policía neozelandesa todavía se pregunta qué razones llevaron a Thomas Field, de 28 años, a atracar un banco y repartir el dinero entre los transeúntes.
La Policía neozelandesa todavía se pregunta qué
razones llevaron a Thomas Field, de 28 años, a
atracar un banco y repartir el dinero entre los transeúntes.
El caso es que tampoco llegó a robar el banco,
sino que se limitó a entrar en una entidad de su
pueblo, Palmerston North, a 145 kilómetros al
norte de Wellington, donde pidió una enorme
suma. El cajero, al parecer intimidado por la actitud
del supuesto bandolero, quien iba desarmado,
le entregó los fajos de dinero, uno a uno. Con el
dinero en la mano, Field salió a la calle y observó
a la gente durante el acelerado trajín del mediodía,
abrió el saco y comenzó a repartir billetes a
todo el que pasaba. El sargento de policía Ross
Granthan, a quien le tocó completar el informe de
lo ocurrido, dijo que no costó trabajo encontrar
al ladrón, quien, apacible y sonriente, entregaba,
a pocos metros del banco, los últimos fajos que
quedaban en la bolsa. Granthan señaló que Field
fue arrestado y a la espera de que le examine un
grupo de psiquiatras, por si existe una explicación
científica a su particular manera de ser tan dadivosa.
La Policía indicó que lo trabajoso en este caso va
a consistir en recuperar el dinero tan generosamente
repartido.
Estos son los Casos y Cosas de la vida de hoy.
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