Los Dos Burros

Dos burros avanzaban por un camino empedrado y polvoriento. Uno de ellos, iba cargando de sal; el otro, de esponjas. Mientras recorrian tan pesado camino, cada cual contaba al otro sus penas y

Dos burros avanzaban por un camino
empedrado y polvoriento. Uno de ellos,
iba cargado de sal; el otro, de esponjas.

Mientras recorrían tan pesado camino,
cada cual contaba al otro sus penas y sinsabores.
La vida de ambos era infame y sin
atractivo, de modo que rivalizaban en desgracias
y méritos obtenidos.

Así, entre plática y plática, los dos burros
no se percataron de la cantidad de kilómetros
que ya habían recorrido y ahora se
encontraban ante un río caudaloso. Temerosos
por las turbias aguas, ninguno de los
dos animales se atrevía a cruzar el río por
miedo ahogarse, sin embargo al no tener
de otra y por la urgencia de entregar pronto
lo que llevaban, no les quedó otra que
entrar al agua.

El que llevaba la sal, vio aumentado su
peso en cierta proporción, al mojarse su
carga, pero, tras un considerable esfuerzo,
logró llegar al otro extremo del río. Pero su
compañero no corrió con la misma suerte.

Las esponjas absorbieron una enorme
cantidad de agua, y por más que pataleo
para salir vivo de allí, sus esfuerzos fueron
en vano. Naturalmente, se ahogó.

Nunca está de más prestar atención a los
detalles amiguitos, pues de lo contrario se
pueden llevar grandes sorpresas a la hora
de enfrentar un problema grave como los
personajes de este cuento.

Así que más alerta a lo que corre a su
alrededor y cuando sea necesario tomar
decisiones deben, primero que nada, analizar
bien la situación para no correr con
la misma fortuna que este burro.

Moraleja:
Mucha atención debes prestar,
cuando una decisión vas a tomar!