LOADING

Type to search

LOS NUEVOS CUENTOS INFANTILES

Share
Comparte

Quiuubo!, quiuubo!, quiubo!,  ¿Cómo están mis tuerquitas y tornillitos, bien?; espero que con estos cambios de clima el gripetón no llegue a sus cuerpecieeetos…..

 Y po’s no están ustedes pa’saberlo ni yo pa’contárselos, pero hoy ando medio aniñado, pos les voy a echar uno de niño, síii, un cuentecillo infantil que escuché hace tiempo… está muy tierno; ojalá les guste,,, se llama:

    EL Pajarito y El Chango

 Había una vezzz,,, un chango que iba por el bosque, cuando de repente empieza a llover muy fuerte.

 Busca refugio y a lo lejos, en la rama de un árbol ve la casita de un pájaro, así que decidido va yyyy…

— toc, toc… toca la puerta.

_ ¿Qué quieres?, -le dice un pajarito al asomarse.

— Déjame entrar que me estoy mojando.

_ Nooo!’, no hay espacio para los dos’… y zas!

 El chango, incrédulo por lo que le dijo el pajarito y todo empapado, vuelve a tocar: toc!, toc!

–‘Por favor, Pajarito, mira cómo estoy de mojado, si me quedo aquí, voy a pescar una neumonía!.

_Ah!, qué necio,,, ya te dije que no cabemos… y zas!, otra vez el portazo.

Y llovía cada vez más, y el chango estaba ya tan mojado, que ya chorreaba:

— toc!, toc!,,, por favor pajarito, que tengo mucho frío!!’ insistía el pobre changuito.

_oooh!, me lleva la _ingada contigo,,, ya te dije que no kboron!! y zaaasss! el portazo…

     MORALEJA:

  Cuanto mientras más se moja el chango… más duro se pone el pajarito.

                                   ¿¿ – ?? no le entendí,,, jii!, jii!

  aaaah!, qué tierno, ¿a poco no???

 Oigan, pero fíjensen que ahorita, llegan a mi mente aquellos viejos tiempos… ¿se acuerdan de los cuentos que nos contaban cuando éramos niños?… ¡Ahhh!, qué tiempos aquellos cuando alrededor del abuelo nos sentábamos a escuchar las historias de espantos y aparecidos, o mejor, aún, cuando en las rodillas de la abuela escuchábamos aquel clásico inicio de: “Este era un rey que tenía tres hijas y…. bla, bla, bla”… Y se casaron y vivieron felices para siempre jamás!!!

  Pero los tiempos cambian y, por supuesto, la forma de ver las cosas también; ahora ese mismo cuento, para que interese a quien lo escucha, debe tener suspenso y emoción, así que el cuentecito debe empezar más o menos así: “Este era un rey que tenía tres hijas…. pero sospechaba que una de ellas no era de él, por eso investigó, investigó e investigó hasta que descubrió la traición de su vieja con su compadre y bla, bla, bla,,, (ahí le sigues como si fuera una moconovela).

  ¿Y cómo podríamos contarle a un niño de estos tiempos aquellos de: “Una princesa se encontró un feo sapo y éste le habló y le dijo: ‘dame un beso y me convertiré en un príncipe’, y ella lo besó”, sin explicarle al escuincle, por qué la princesita no mejor lo vendió a un empresario de televisión o de cine, o hizo algún negocio con aquel sapo que hablaba?

  ¿Y cómo explicar por qué el Lobo no se comió a la Caperucita y por qué ésta a los nueve meses se convirtió en mamá, y días después en la señora de Feroz?… Uds. saben, en este país, primero nace el chamaco y luego hay boda, -si es que la hay-, ‘ora, que si el chico a quien le cuentas eso, es algo precoz, como algunos que ‘dizque’ leen este artículo, de seguro comentará: ¡Po’s no se la comió, pero qué tal se la cenó!.

 Los anteriores son sólo unos ejemplos de lo que pudiéramos llamar Nuevos Cuentos Infantiles y que, la neta, los chiquillos de estos tiempos ya no se tragan tan fácilmente esas historias de que los niños vienen de París, ni nada de eso, y los de aquí, menos, porque estos güerqui’os, están rete aguzados.

   Pero a pesar de lo avispado que están los chiquillos, tenemos que, y debemos de seguir intentando, al menos mientras se dejen, inculcarles la unión familiar, y nada mejor que hacer cosas con ellos, platicar con ellos,,, y a propósito ¿alguna vez contaste o has contado un cuento a tus hijos?… ¿Siií?. hombre, ¡te felicito!, pero si es un ¡No!, entonces te pregunto ¿por qué?… no me digas que eres el típico padre o madre que en cuanto puedes te ‘desparramas’ frente a la televisión y por horas te olvidas que tienes hijos… Sí, sí, ya sé que casi no te queda tiempo; y si tú te lo das, ellos tienen algo más importante qué hacer, que escucharte, pero ¿por qué no haces el esfuerzo y de vez en cuando les cuentas un cuento?…. Pero no como el que le echas a tu vieja cuando llegas en la madrugada y medio do-pe; o tú mujer, el que le echas a tu viejo cuando se da cuenta que las tarjetas de crédito ya las tienes hasta el ful, no… sino un verdadero cuento infantil, de esos que con los años uno recuerda con cariño y hasta lo hacen suspirar…

Comparte
WordPress Appliance - Powered by TurnKey Linux