Químico y bacteriólogo nacido el 27 de diciembre de 1822 en Jura, Francia. Sus descubrimientos tuvieron enorme importancia en diversos campos de las ciencias naturales. A él se le debe la técnica cono
Químico y bacteriólogo nacido el 27 de diciembre de 1822 en Jura, Francia. Sus descubrimientos tuvieron enorme importancia en diversos campos de las ciencias naturales. A él se le debe la técnica conocida como pasteurización, pero también es célebre por su vacuna contra la rabia.
SU VIDA
Su padre había sido soldado de Napoleón, pero después de dejar el ejército puso una curtiduria, donde transcurrió la infancia del pequeño Louis. En 1843 ingresó en la Escuela Normal Superior de París, donde en 1847 se doctoró en química. Profesor de química en la Universidad de Estrasburgo en 1848, contrajo matrimonio con Marie Laurent, hija del rector de la universidad. Fue decano de la Universidad de Lile en 1854; en esta época estudió los problemas de la irregularidad de la fermentación alcohólica, que lo confirmó en su creencia de que existía una relación entre la asimetría molecular y los procesos vivos.
En 1857 publicó su célebre memoria sobre la teoría microbiana de la fermentación y fue nombrado director adjunto de la Escuela Normal Superior de París, cargo que ocupó hasta ser nombrado catedrático de química en la Soborna en 1867.
SUS DESCUBRIMIENTOS
Las contribuciones de Pasteur a la ciencia fueron numerosas, y se iniciaron con el descubrimiento de la isomería óptica (1848) mediante la cristalización del ácido racémico, del cual obtuvo cristales de dos formas diferentes, en lo que se considera el trabajo que dio origen a la estereoquímica. Los estudios sobre la fermentación proporcionaron a Pasteur argumentos contundentes contra la doctrina de la generación espontánea. De ellos resultó, además, su descubrimiento (casual) de la existencia de formas anaerobias de vida y la introducción del proceso hoy conocido como pasteurización. La teoría microbiana de Pasteur fue el eje de sus investigaciones sobre las enfermedades animales. Demostró que el bacilo del ántrax era efectivamente el agente causativo del carbunco*; y la observación fortuita, al estudiar el cólera de las gallinas, de que era posible atenuar la actividad de un germen infeccioso le permitió introducir un método de vacunación contra el carbunco en 1881.
En 1885 mostró la eficacia en los seres humanos de su vacunación contra la rabia; la fama de su tratamiento dio pie a una suscripción internacional para la creación, en París, del Instituto que lleva su nombre (1888).
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