Cuando nuestros niños se accidentan o se enferman, además de cantarles el clásico “sana, sana, colita de rana”, o darles el medicamento adecuado, las mamás tenemos que saber cómo tratar enfermedades y accidentes comunes. La buena noticia es que la mayoría de éstos no son graves y se pueden tratar en casa con tu pediatra.
Los pequeños accidentes son tan parte de la infancia como del crecimiento mismo. “Por supuesto que la prevención es siempre lo mejor”, dice el doctor Alberto Gedissman, Director Ejecutivo del Programa de Prevención de la Sección Local de la Academia Americana de Pediatría, en Orange County, Calfornia. “Sin embargo, por más precauciones que uno toma, los accidentes suelen pasar”. Es por eso que las lágrimas que acompañan ante cada pequeño rasguño de nuestros niños, no deben despertar inmediatamente alarma en los padres. Conviene entonces que te familiarices con estas medidas en caso de accidente:
Cuando tenemos niños a nuestro alrededor, tenemos que tener mucho cuidado con todo lo que sea caliente: las ollas en la estufa, los calentadores de área y las planchas.
Tratamiento en casa: Las quemaduras que se pueden tratar en casa son solamente las de primer grado, o sea las que se ven rojas, pero sin ampollas, como las quemaduras del sol, dice Liebesman. Aplica paños de agua fría para bajar la temperatura de la zona quemada.
Llama al pediatra si… Tiene quemaduras de segundo grado con ampollas que requieren atención médica de inmediato o si no estás segura de la seriedad de las mismas.
Ese también es el caso con las quemaduras en la cara. Lo más importante en estos casos es no tratar de romper la ampolla en casa, dice Liebesman porque corremos el riesgo de causar una infección.
Llama al 911 si… Tiene quemaduras que se vean profundas y destruyen completamente el tejido superficial. Este tipo de quemaduras necesitan atención médica de urgencia. Por supuesto, si tu niño no está respirando o tiene ampollas grandes, llama de inmediato al 911.
Consejos: Nunca planches alrededor de tus niños, toma precauciones en la cocina y mantén tu calentador de gua a menos de 120º F.
Cuando el dedito de tu niño se ha cortado con una taza rota o, si su rodilla tiene un rasguño tras una caída de bicicleta, ¿qué haces?
Tratamiento en casa: Siempre empieza lavando bien la zona afectada con agua y jabón. Asegúrate de eliminar pedacitos de vidrio o piedrecitas que se hayan incrustado en la herida. Después, aplícale crema antibiótica y una vendita adhesiva esterilizada o grasa para proteger la piel. Cambia la venda a diario o si se moja, hasta que la herida se cure.
Llama al pediatra si… El corte es profundo, ya que es probable que necesite que se le tomen puntos. Por eso Liebesman recomienda: “Si los padres están en duda en cuanto a la profundidad del corte, o si éste luce infectado, hinchado, rojo o tiene pus, es mejor que vean al pediatra”.
Llévalo al hospital si… tu niño está sangrando mucho; se queja de mucho dolor; se cortó cerca de los ojos; se cortó con un objeto afilado o sucio; o si lo mordió un animal o una persona.
Es común que tu niño se de golpes en la cabeza de vez en cuando porque su cabeza es más grande en comparación que el resto de su cuerpo. Sin embargo, no siempre un golpe en la cabeza tiene que ser razón de alarma.
Tratamiento en casa o por el doctor: Lo importante de ver con un golpe de la cabeza, dice Gedissman es el comportamiento del niño. “Si un niño tiene sueño o vómitos, llévalo al doctor o a la sala de emergencia porque puede significar un derrame interno”.
Sin embargo, no es necesario hacerles una radiografía a todos los golpes en la cabeza. “Si no existen estos síntomas, entonces ponle una bolsa de hielo en la cabeza para bajar el dolor y la hinchazón, y dale un analgésico como acetominofeno para calmar el dolor”, dice Gedissman.
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