Ya dijimos adiós al invierno, y aunque todavía hay días algo frescos, pero celebramos la llegada de la primavera con una mascarilla especial para la época. Una sencilla receta casera que dará a su piel humedad y fortaleza.
El frío del invierno deja a nuestra piel una consecuencia inevitable: la resequedad. El frío contrae los vasos capilares y reduce la circulación de sangre en la piel. Es una medida preventiva para guardar el calor pero deja la piel seca.
El germen de trigo es un alimento muy sano que recomendamos incluir en la dieta diaria ya que contiene gran cantidad de Vitamina E, Potasio, Sodio y Antioxidantes.
Una cucharada de germen de trigo en un licuado diario le generará grandes beneficios a la salud.
Por otro lado, podemos usar el germen de trigo para hacer una mascarilla que regrese a nuestra piel lo que el invierno le ha quitado:
Ingredientes:
Preparación:
Uso:
Lavarse muy bien la cara y el cuello con jabón neutro antes de aplicar. Ya sea con los dedos o con un abatelenguas, hay que aplicar la pasta fresca sobre la piel y dejar reposar al menos veinte minutos o una hora.
La mascarilla va a estimular la piel reseca. La vitamina E tiene un efecto antioxidante y rejuvenecedor. El potasio y el sodio ayudan a las células a hidratarse correctamente. La yema de huevo ayuda a limpiar y regenerar tejidos. La mezcla es por tanto regeneradora, ayudará a difuminar cicatrices y manchas, nutrirá y fortalecerá su piel. Aplicarla tres o cuatro veces al año le ayudará a conservar la juventud en la piel de la cara y el cuello.
Antes de poner en práctica este o cualquier otro remedio casero, consulte a su médico.
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