“Algo se ha perdido en la cama” esta es la queja que suele escucharse en la mayoría de las parejas. Ellas dicen que a sus esposos sólo les interesa complacer sus más bajos instintos, mientras ellos as
“Algo se ha perdido en la cama” esta es la queja que suele escucharse en la mayoría de las parejas. Ellas dicen que a sus esposos sólo les interesa complacer sus más bajos instintos, mientras ellos aseguran que son ellas a quienes ya no les interesa el sexo, ya en el recuerdo quedó esa pasión que solían tener y ahora sólo la rutina queda. Bueno es un sin fin de reclamos que se escuchan pero ¿cuál sería la solución ideal a este problema?
Los especialistas aseguran que lo ideal es hablar con la pareja sobre sus necesidades, preferencias y temores; abrirse a una comunicación amplia y sin mentiras. Ahora veamos como, segun encuestas hechas por Master y Johnson, les gustaría ser tratados, tanto a ellos como a ellas…. Analicemos: Lo que a ellos les gustaría • Es comprensible que muchos de ellos aún quieran llevar a cabo sus imposibles fantasías adolescentes, pero antes de que su hombre la llame una de estas noches, dése un momento para pensar en algunas cuestiones.
Este es un problema común y tiene algunas causas habituales. El más simple es el tiempo. Después de un tiempo, el sexo se vuelve rutinario. Lo disfrutamos, pero también disfrutamos viendo una reposición de una vieja serie en televisión. A menudo la pasividad le gana a la pasión. Además, por supuesto, las mujeres tienen que afrontar otros cambios en su vida -los hijos, más responsabilidades, la menopausia, etc.- todos esos acontecimientos producen una disminución de la libido en las mujeres. No es su culpa, simplemente ya no están como antes. La rutina y la pérdida del apetito sexual pueden ser combatidas a través de un retorno a lo simple. ¿Qué es lo que disfruta en el dormitorio? Cuando usted comenzó a hacer el amor, qué fue lo que hizo que le volvió loca?
Las desigualdades se deben a que las cosas han cambiado, pero el tiempo que ha transcurrido entre sus primeros encuentros sexuales y los últimos nos ha hecho olvidar cómo disfrutarlos. Hacer el amor supone una decisión. Tenemos que entrar al dormitorio queriendo complacer a nuestros compañeros. Los hombres no quieren una mujer simplemente tendida en la cama hasta que ellos lo decidan. Los hombres quieren sentirse queridos y deseados mucho más que las mujeres, y el camino para mostrarle eso a un hombre es su participación en la cama. El tiempo en la cama no es para dormir, es para ejecutar.
Sin embargo, los hombres no piensan que su compañera sea la única que necesita dar forma a su compromiso en hacer el amor. Una vez que su pareja ha perdido el interés por alguna razón, ellos a menudo dejan de buscar el complacerles en forma deliberada, y se enfocan sólo en su propio goce. El resultado: un círculo vicioso en la que ella cada vez tendrá menos interés por el sexo y él, no le insistirá demasiado, y así pasaran las semanas, los meses y hasta los años y eventualmente el deseo sexual morirá…
Ellas saben cuando un hombre está solamente enfocado en su orgasmo y no en brindarles placer, el problema es que casi nunca lo dicen!… Caballeros, ustedes deben procurar ir al dormitorio con la idea de complacerlas. Si ambos se deslizan entre las sábanas listos a seducir y complacer al otro, la mujer encontrará que su deseo retorna. A todas las mujeres les gusta ser mimadas, consentidas, deseadas por sus hombres, ser ellas y sólo ellas el centro de toda su atención. El amante ideal no sólo tiene que ser el más conocedor, también tiene que saber y entender que la mujer es una flor que se tiene que cuidar para que se marchite.
A medida que crecemos, los cambios aparecen y la cantidad de responsabilidades crece, y el sexo se convierte en una rutina. Necesitamos recordar cómo podemos sentirnos, y que podemos sentirnos mejor sólo si presentamos atención a lo que hacemos y a las necesidades del otro. Si olvidamos cómo complacer al otro, entonces ambos miembros de la pareja deberán decidirse a enseñárselo al otro nuevamente. Esto puede resultar muy divertido.
Recuerden ambos tienen que tener la responsabilidad de poder complacer al otro. El sexo nunca debe ser pasivo, siempre tiene que estar prendido y activo. El orgasmo es una parte muy placentera de la sexualidad aunque cabe recordar que no es la única, pero si la clave para mantener la flama encendida en la pareja. Así que ponga las cartas sobre la mesa, hablen del problema abierta y honestamente y busquen una solución…. Y no lo olviden que en la alcoba, el mentir y fingir no está permitido!
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