De acuerdo a un estudio realizado en los Estado Unidos, la duración y la calidad del sueño durante el último mes de embarazo es fundamental para el próximo alumbramiento ya que podrían tener efectos
De acuerdo a un estudio realizado en los Estado Unidos, la duración y la calidad del sueño durante el último mes de embarazo es fundamental para el próximo alumbramiento ya que podrían tener efectos determinantes en la duración del trabajo y del tipo de parto.
A las mujeres embarazadas se les debería de aconsejar “dormir por dos” así como también “comer por dos”, y es que entre más duerma una mujer embarazada, mejores condiciones tendrá en el parto, dicen los investigadores médicos.
Investigadores de la Universidad del Sur de California, en San Francisco (USC), estudiaron en forma prospectiva a 131 mujeres en su último mes de embarazo, todas las cuales estaban esperando a su primer hijo.
Se evaluó la duración y calidad del sueño objetivamente mediante un actógrafo aplicado en la muñeca durante 48 horas, y subjetivamente mediante registros de sueño y cuestionarios.
Todas las mujeres dieron a luz a término, con el 62 por ciento con parto espontáneo vaginal, 17 por ciento con parto vaginal asistido, y el 21 por ciento por cesárea. La duración promedio del trabajo de parto fue de 19.8 horas. En la última edición de American Journal of Obstetrics and Gynecology, los investigadores escriben que un tiempo total de sueño de 7 a 8 horas por noche es recomendable para la mayoría de los adultos, y menos de 6 horas por noche representa una grave restricción del sueño. “Ante la ausencia de normas para las mujeres embarazadas, estos parámetros fueron utilizados para el actual estudio”.Luego de controlar el peso de nacimiento del niño, las mujeres que promediaron menos de 6 horas de sueño por la noche tuvieron trabajos de parto mucho más extensos que las mujeres que en promedio durmieron más de 6 horas por
noche.
Asimismo, las mujeres que en promedio durmieron menos de 6 horas por noche tuvieron una propensión de 4.5 veces mayor a tener parto por cesárea que las mujeres que durmieron más (más de 7 horas promedio por noche). Las mujeres que promediaron entre las 6 y 7 horas por noche fueron 3.7 veces más propensas a ser sometida a cesárea que las mujeres que durmieron más de 7 horas por noche.
La calidad del sueño, así como la cantidad, se asociaron a la duración del trabajo de parto y al tipo de parto. Las mujeres con sueño severamente interrumpido tuvieron trabajo de parto mucho más extenso y fueron 5.2 veces más propensas a ser sometidas a cesárea en comparación con las mujeres con poca o ninguna interrupción del sueño. Los valores de fatiga matinal y vespertina no resultaron asociados a la duración
del trabajo de parto.
¿8 horas por noche como mínimo?
En conclusión se aconseja cautela en extrapolar los resultados a todas las mujeres embarazadas, dado que el grupo estudiado fue limitado en términos demográficos y sugieren que deberían llevarse a cabo estudios para ver si los resultados se reproducen en otros grupos de mujeres embarazadas.
No obstante, a las mujeres que parecen estar experimentando una importante interrupción del sueño que afecta el funcionamiento diurno tres o más días por semana esta es la razón por la que se sugiere un ajuste del tiempo para dormir y del tiempo para estar despierta y siempre recordar lo importante que es “dormir por dos”.
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