La dislexia es un trastorno del neurodesarrollo que se engloba en el grupo de trastornos específicos del aprendizaje e implica dificultad en la lectura o en la expresión escrita, según el manual diagnóstico DSM-V.
“Su origen es neurobiológico y se caracteriza por dificultades en el reconocimiento preciso o fluido de las palabras escritas. Esta dificultad normalmente proviene de un déficit en el componente fonológico del lenguaje”, indica Claribel López Rodríguez, logopeda del Centro Cuarto de Contadores ubicado en la localidad madrileña de Leganés (España). (https://www.cuartodecontadores.es/)
Se trata de un trastorno específico y de carácter persistente. “Es específico ya que la dificultad para los niños con dislexia reside únicamente en el desempeño de tareas que implican el uso de la lectura y la escritura, lo que excluye de este trastorno a niños con alteraciones cognitivas, físicas o socioculturales. El carácter persistente de la dislexia hace referencia a que no es una dificultad evolutiva ni se ve solventada en poco tiempo de intervención”, aclara la especialista.
Por su parte, Llorenç Andreu, director del máster universitario de dificultades del aprendizaje y trastornos del lenguaje de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC, por sus siglas en catalán), subraya que la dislexia “es fundamentalmente una dificultad que afecta a la automatización de la lectura y que tiene como consecuencia una velocidad de lectura muy lenta. Los niños con este trastorno tienen una especial dificultad para establecer la relación entre las grafías y los fonemas”.
MITOS A TENER EN CUENTA.
Diagnosticar la dislexia lo antes posible es importante de cara a su tratamiento. Para ello, es fundamental saber reconocer sus signos y síntomas.
“Hay que hacer una valoración para cerciorarse de si es realmente dislexia y no una discapacidad intelectual, por ejemplo”, indica Beatriz Gavilán, neuropsicóloga y profesora colaboradora de la UOC.
En este sentido, la especialista señala que actualmente muchos profesores tienen la formación necesaria para detectar cuándo un niño puede ser disléxico.
Por lo tanto, “es recomendable que los padres estén atentos, pero que confíen en el criterio del colegio.
De hecho, “este no es un criterio para poder ser diagnosticado como disléxico. Si un niño tiene un cociente intelectual bajo, tendrá problemas de lectura como consecuencia de su baja capacidad cognitiva. Los disléxicos tienen problemas de lectura a pesar de tener un cociente intelectual dentro de la normalidad”, explica Llorenç Andreu.
“Un niño que nace sin ninguna predisposición para tener problemas lectores, si no recibe una instrucción lectora adecuada y no lee regularmente, tendrá un nivel bajo de lectura, pero no dislexia. En el momento que trabaje intensamente la lectura, mejorará rápidamente”, manifiesta el profesor.
En este sentido, Llorenç Andreu aclara que los niños con este trastorno no son vagos, tienen muchas dificultades para leer, de modo que, “incluso con mucho esfuerzo, pueden obtener un nivel de lectura bajo”.
Muchas personas creen que la dislexia es una enfermedad que se cura con el tratamiento adecuado.
“Para llevar a cabo un buen tratamiento es imprescindible realizar una buena evaluación inicial, que marcará los objetivos en función de las dificultades específicas que presente cada niño”.
Por Purificación León /// EFE/REPORTAJES
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