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OYE… ¿QUIERES SER MI AMIGO?

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En los primeros años, los niños comienzan a relacionarse con otros de su edad para compartir actividades de gusto mutuo. Con el tiempo, esto se torna más frecuente pues comienzan a sentir la necesidad de obtener un poco de independencia

Qué bonito es recordar a nuestros amigos de la infancia, sobre todo a aquéllos con los que compartimos juegos, travesuras y muchos momentos  agradables,  pero sobre todo con los que juntos aprendimos muchas cosas.

Los amigos suelen dejar una huella importante en la vida de toda persona, y es que las experiencias vividas con ellos, marcan de cierto modo nuestra personalidad, la cual influye sobremanera en nuestro desarrollo como personas. 

Pero eso fue en nuestro tiempo, ahora son sus hijos pequeños los que están pasando por esta bella etapa de los amigos, y si él o ella fueran capaz de articular la idea, tal vez agregaría a lo anterior, que el tener un amigo representa un gigantesco paso hacia adelante en su desarrollo. Significa que está listo para dejar atrás el mundo estrecho y centrado en sí mismo en el que ha vivido hasta el momento.       

EN BUSCA DE LA INDEPENDENCIA

Comenzando a los dos años y a lo largo del tercer año, la manera cómo un niño se relaciona con otro, toma la forma de lo que se conoce como juego paralelo. Los pequeños se sientan uno junto al otro sobre el piso y llevan a cabo actividades separadas, como acomodar cubos, unir cosas o jugar cada cual con un juguete. Comparten poca comunicación física. Los padres podrían suponer que en esta situación no ocurre gran cosa. Sin embargo, en muchas ocasiones, mientras juegan, los niños están aprendiendo por imitación.

Pero cuando el niño alcanza los cuatro años de edad, el cuadro empieza cambiar. Ahora sentirá ganas de relacionarse con sus iguales cuando juegue.

Desde la perspectiva del desarrollo, la capacidad para este tipo de juegos significa que ahora el niño tiene más confianza en su capacidad para desenvolverse, sin la atención constante de sus padres. Significa, también, que siente que ya es una persona completa, un individuo en un mundo de otros individuos.    

Sin embargo, al mismo tiempo, una de las razones por las que quiere un amigo es que sospecha que no es tan independiente como quisiera. Por ello busca a un compañero de su misma edad, un amigo que le ayude a que el proceso de separarse de sus padres sea menos solitario. También está buscando a alguien de quien pueda aprender, alguien que le ayude a expandir su mundo al ofrecerle lo que parece ser experiencias nuevas y emocionantes.

Una de las primeras cosas que busca un niño en un amigo es a alguien que disfrute de las mismas actividades que él. Cuando observa a otro niño que juega con cubos en el salón pre-escolar, siente deseos de ayudarle con su proyecto. Cuando ve a un compañero de su misma edad en el salón jugando con un camión, su juguete favorito, experimenta una especie de identificación, y se imagina a sí mismo jugando con el camión también. Un compañero de la misma edad que tenga un nivel similar de energía, de habilidad verbal o destreza física también resultará atractivo para la criatura que busca un amigo.

EL PAPEL DE LOS PADRES

Como los niños en edad pre-escolar están conscientes de las semejanzas entre otros y ellos mismos, casi nunca prestan atención a las diferencias. Sin embargo, sus padres, como adultos sí lo hacen, y cuando organizan fiestas o convivios para ellos, parecen muy preocupados por factores de raza, sexo y clase social. Cuando este tipo de cosas se les hace ver como algo importante a los niños desde que son pequeños, es muy probable que crezcan con esta idea, que muchas veces, no les ayuda en nada. 

Cuando se permite a los niños escoger por sí mismos con quién jugar o invitar a casa, cosa que ya quieren hacer cuando llegan a los cinco años, los padres deben respetar sus decisiones. La intervención paterna debe manifestarse solamente si, por ejemplo, un niño juega mucho más agresivamente que otro, si parece que los pequeños no pueden corregir el desequilibrio por sí mismos.

Hacia el final del periodo pre-escolar, los niños deberían seleccionar libremente a sus amiguitos, en base a sus gustos, intereses y afinidad, todo ello es muy significativo en las amistades de hoy de sus hijos, pero que con lo años, estos se convertirán en ellos, como ahora lo son en usted… ¡los gratos recuerdos de la infancia!!!

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