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Piense y Sonría

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Mientras Paco trata por todos los medios de “emocionar” a su mujer; ella, entre sueños levanta la mano y le ofrece algo a su marido, por lo que éste, con un humor de los mil diablos, le dice:

 HAY DE VICIOS… ¡A VICIOS!

 Mientras Paco trata por todos los medios de “emocionar” a su mujer; ella, entre sueños levanta la mano y le ofrece algo a su marido, por lo que éste, con un humor de los mil diablos, le dice:

–Escucha, vieja, el chicle me ha ayudado a quitarme de fumar; pero esto otro ¡es un hábito que no quiero quitarme!

     —  —  —  —  —  —  —  —  —  

   ¿POCO AGUANTE?

  Tres cuates, recién casados, hablaban de sus respectivas experiencias en la noche de bodas.

–Yo, -dice uno- le hice tres veces seguidas el amor a mi mujer… y ¡guau!!! 

•-Pues no es por nada, -dice muy ufano el otro- pero nosotros lo hicimos cinco veces en toda la noche… y ella ¡feliz!!!

  Como el tercer recién casado no decía nada, intrigados, le preguntan: ¿y tú cuántas veces?

••  Hmmm, yo sólo una vez… ¡y muy a fuerzas!!!

–¿Nada más una vez?,,, ¡uy, qué poco aguantas!, -se burlan los amigos-. 

•• Bueno, es que,,, mi novia, ¡no estaba acostumbrada!

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   MALA INTERPRETACION

Pepe creía que el cinco era su número de suerte. Había nacido el 5 de mayo, tenía 5 hijos y vivía en el número 555 de la Calle 55 Este. 

 Cuando cumplió 55 años fue al hipódromo, y le sorprendió encontrar un caballo llamado Número Cinco, que  iba a correr en la quinta carrera.  Así que cinco minutos antes que ésta se iniciara, Pepe fue a la ventanilla # 5 y apostó 5,000 dólares al Número Cinco. 

 Y como era de esperarse, ¡aquel caballo llamado Número Cinco…  llegó en quinto lugar!

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  PLATICA HORMIGUERA

Mientras aquel principiante practica en el campo de golf; dos hormiguitas muy asustadas platican entre sí y una de ellas exclama:

•• ¡Este k–borón nos va a matar!… Vente manita, vamos a subirnos a esa pelotita, que es el único lugar donde este –indejo ¡no le está atinando!

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 GALLEGADAS

Estaba un Gallego escribiendo una carta, de repente voltea y le pregunta a su madre:

–Oyeee,,, ¿pendejo se acentúa? 

Y la madre le dice:

• ‘‘¡Con los años hijo… con los años!’’.

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