Solo A Veces. Un yucateco llega al restaurante en la mañanana y pide huevos tibios. En la comida unos huevos rancheros y en la cena unos huevos fritos
Un yucateco llega al restaurante
en la mañana y pide huevos
tibios… En la comida unos
huevos rancheros y en la
cena unos huevos fritos.
El mesero con animo de
fastidiarlo le dice:
— Oiga… ¿No le chocan los huevos?
-• Solamente cuando corro,,,,, ¡lindo hermoso!
— Deseo informarle -dice
una mañana la secretaria
a su jefe- que he encontrado
una nueva posición.
-•- Magnífico Lolita
respondió el jefe-,,,,
¿cuándo la probamos?
Llegó de visita al convento una ex-novicia. Y
aparte de que les llevaba algunos regalos, iba muy
bien vestida, con joyas,
pieles y en un carrazo:
— Por lo visto te ha
ido muy bien.
– Sí,,, por eso no quise
profesar, mejor quise
conocer el mundo.
— ¿Y de qué vives?
– De los hombres ricos.
— ¿En qué forma?
– Les hago favores,
los acaricio y me dejo hacer lo
que ellos quieran, por eso me dan dinero.
– ¡Híjoleee!, y a nosotras que el padre nos da puras
estampitas.
El juez reprocha al acusado:
– ¿Por qué no devolvió a
la comisaría la sortija que
se encontró?
— Pueesss,,, porque bien
clarito que estaba
grabado en ella: “Tuya para siempre”.
En la oficina, un libidinoso empleado dice a su
compañero de escritorio.
– Ya me anda por platicar
con la nueva secretaria.
– ¿Y eso, por qué?
– Pues…, simple curiosidad…
Fíjate que
me comentó el jefe de
personal, que en su solicitud, donde dice: “sexo”
ella escribió dos páginas a renglón cerrado.
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