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PIES FELICES Y SALUDABLES

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Algunas estrategias aprobadas por podólogos para sanar los talones y cuidar los dedos de los pies

Según la Asociación Médica Estadounidense de Podología (APMA), el estadounidense promedio recorre 75,000 millas a los 50 años. Claramente, nuestros pies merecen más atención que la pedicura ocasional. Siga leyendo para conocer formas de mantener unos pies saludables y en forma.

POR QUÉ DUELEN LOS PIES

Los problemas de los pies empeoran con el desgaste de la edad; la genética y el tipo de pie también juegan un papel. “Los malos zapatos y tu actividad son factores, pero no son la historia completa”, dice Elisa Kavanagh, podóloga en Harrison, Nueva York, y ex especialista en pie y tobillo de Radio City Rockettes. “Si tiene antecedentes familiares de artritis o juanetes, tiene más riesgo de desarrollarlos. La forma de su pie, como pies planos o arco alto, también puede hacerlo propenso a ciertos problemas.

PROBLEMAS MÁS COMUNES

TENDINITIS DE AQUILES: Irritación e hinchazón del tendón de Aquiles, que se extiende a lo largo de la parte posterior de los tobillos desde el talón hasta la pantorrilla.

JUANETE: Un bulto óseo que se forma en la base del dedo gordo del pie y provoca dolor y rigidez.

DEDO EN MARTILLO: Una curva en el medio del dedo del pie, creada por un desequilibrio en los músculos, tendones o ligamentos. Es más común en los dedos segundo, tercero y cuarto.

OSTEOARTRITIS: Daño en las articulaciones, típicamente causado por el uso con el tiempo. Uno de los tipos más comunes es el hallux limitus, que causa rigidez y dolor en el dedo gordo del pie.

QUÉ HACER CUANDO EL DOLOR ATACA

Incluso una pequeña molestia puede indicar un problema mayor. “Veo a muchos pacientes que han pasado meses o años con dolor que podríamos haber tratado mucho más fácilmente si hubieran venido antes”, dice Jane Andersen, podóloga en Chape Hill, Carolina del Norte, y miembro del consejo médico de American Podiatric Medical. Asociación. Por ejemplo, un juanete se puede tratar con aparatos ortopédicos y mejores opciones de calzado; si lo deja pasar demasiado tiempo, es posible que necesite cirugía. El dolor de pie no resuelto también puede afectar su modo de andar. “Nuestros pies son estructuras biomecánicas complejas”, dice Andersen. “Soportan nuestro peso y facilitan nuestras actividades diarias”. Cada pie tiene 26 huesos, además de articulaciones, músculos, tendones y ligamentos que trabajan juntos con cada paso.

Si su tendón de Aquiles está comprometido, por ejemplo, eso puede generar problemas en otros lugares: incluso un cambio sutil en la forma en que camina puede causar problemas en las rodillas, las piernas, las caderas y la espalda. Si experimenta molestias con regularidad, consulte a un podólogo.

5 MINUTOS DE PREVENCIÓN

Así como el ejercicio regular mantiene nuestros cuerpos en forma, una rutina de estiramiento ayuda a garantizar que todas esas articulaciones y ligamentos se mantengan en buen estado de funcionamiento:

ROLLOS DE TOBILLO ABC

Siéntese, extienda el pie y dibuje las letras del alfabeto con el dedo gordo del pie, luego repita con el otro pie. Esto activa los tendones del tobillo y los músculos de la pierna que sostienen el pie.

MOVIMIENTO DEL DEDO DEL PIE

Mueva, estire y separe los dedos de los pies para fortalecer los músculos del pie, lo que puede ayudar a estabilizar los dedos de los pies y retrasar el desarrollo del dedo en martillo.

ESTIRAMIENTO DE PARED

Pon tus palmas contra una pared. Coloque un pie hacia atrás, con el talón en el suelo, e inclínese hacia la pared para estirar la parte posterior de la pierna, desde la pantorrilla hasta el talón. Repita en el otro lado. Esto puede ayudar con la tendinitis y la fascitis plantar.

LOS PIES DESCALZOS UNA MALA IDEA

Todos los podólogos consultados para esta historia vieron un aumento en los pacientes durante la pandemia. “La gente estaba acostumbrada a usar zapatos todo el día que ofrecían algo de apoyo”, dice Ebonie Vincent, podóloga en Orange, California. “Entonces, de repente, estaban en casa caminando como Fred Flintstone. Estar descalzo ejerce mucha presión sobre los ligamentos y las articulaciones de los pies porque se relajan y colapsan un poco, y no hay nada que ayude a absorber el peso del cuerpo”. Si está cojeando después de un día descalzo o con pantuflas que no le brindan apoyo, es hora de usar zapatos de casa.

Los especialistas recomienda, siempre el uso de zapatos adecuados y cómodos para aliviar un dolor y siempre consultar con un podólogo.

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