Pueden existir millones de razones para justificar una infidelidad, desde las faltas de atención, la chispa del amor ya no es la misma, carencias sexual, en fin un sin número de justificaciones para no ser el villano en la relación.
No se trata de juzgar cuáles son válidas o no, si no de ayudarte a ampliar tu perspectiva si estás pensando en jugar con fuego.
Si la tentación se te presenta porque es fácil ser presa de las tentaciones y estas a un punto de ser infiel, antes de engañar a tu pareja, piénsalo dos veces y mejor respóndete, con honestidad estas preguntas:
Es muy común que las infidelidades se presenten cuando las parejas pasan por crisis afectivas (“ya no nos queremos como antes”) o sexuales (“se apagó la pasión”). También puede haber distanciamiento o sentirse atrapados en la rutina, que es la mata pasiones.
Quizá tu motivo para ser infiel está entre los anteriores, lo que lleva a otra pregunta: ¿se puede solucionar el problema con tu pareja? Si es algo remediable, mejor trabajalo, y si no, pues tendrías que evaluar si aún quieres estar con él/ella.
Hay casos en que el problema no está en tu relación, sino en ti mismo/a.
La infidelidad implica volver a sentir las maripositas del coqueteo, esos primeros momentos de pasión con alguien nuevo. Sentirte atractiva/o, deseada, sexy. Es adrenalina, jugar con lo prohibido, romper la monotonía… Vaya, ¡es una dosis de emoción pura!
Entonces, ¿qué te va a aportar esta aventura que no puedas conseguir con tu pareja?
Pero hay otra cuestión que es quizá la pregunta más difícil de responder, porque es imposible predecir el futuro, ¿Hasta dónde quiero que llegue la relación con él/la otro?
Muchas veces se llega a cometer una infidelidad con la idea de tener un affaire pasajero, pero acabas enamorado/a, o hasta dejando todo por el tercero en discordia. Otras veces estas convencido/a que tu “capillita” tiene todo para convertirse en “catedral” pero resulta que no.
Tal vez no puedes responder con total certeza esta pregunta, pero antes de lanzarte debes tener una idea remota de qué tipo de relación quieres: ¿será algo puramente sexual?, ¿será tu “otro novio” con todo lo que eso implica? Está difícil.
Otra cosa imposible de predecir pero que sí se puede prever. Si sabes que tu pareja es una persona celosa para quien la fidelidad es fundamental, lo más probable es que se arme un tremendo drama y no te lo perdone. Si es más relajado o de mente abierta, es obvio que le dolerá, pero quizá no sería el fin de su amor.
Es decir, ¿estaría dispuesta a perder a mi pareja actual por esta otra persona? No puedes comprar a una persona con otra, lo más probable es que sean muy diferentes (o sea, no andarías con el otro si fuera igual a tu chico). Aquí entra en juego algo más: el valor de tu relación oficial vs. el de lo nuevo. Si en realidad amas a tu pareja, eres feliz con tu relación, tienen un pasado entrañable y un futuro prometedor juntos, ¿valdría la pena cambiar todo eso por un momento de debilidad?
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