Fuente: Noticias Telemundo
Al menos 75 personas han muerto y otras 1,000 han resultado heridas en el oeste del país. Un adulto mayor sobrevivió dos días atrapado en un edificio colapsado: “Nunca perdí la esperanza”, aseguró cuando lo salvaron.
Equipos de rescate de Turquía sacaron con vida este domingo a un hombre de 70 años atrapado en los escombros de un edificio derrumbado en el terremoto que sacudió el oeste del país y la nación vecina de Grecia. Al menos 75 personas han muerto y otras 1,000 fueron lesionadas, reporta la agencia de noticias The Associated Press.
El adulto mayor fue rescatado durante la noche, 34 horas después del sismo que tuvo su epicentro en el mar Egeo, y ahora se encuentra recuperándose en un hospital, informó el ministro de salud turco.
El ministro tuiteó que el sobreviviente, Ahmet Citim, le dijo: “Nunca perdí la esperanza”. La operación que salvó a Citim fue la última de una serie de rescates sobresalientes tras el terremoto del viernes por la tarde.
Pero al tercer día del desastre, los equipos de búsqueda y rescate en Izmir parecían encontrar más cuerpos que sobrevivientes, la tercera ciudad más grande de Turquía. Continuaron buscando en ocho edificios derribados, pero el trabajo se detuvo cuando las autoridades determinaron que una estructura dañada corría el riesgo de caer, lo que obligó a los rescatistas y a las personas que esperaban afuera a retirarse.
El terremoto tuvo su epicentro en la isla griega de Samos. La Presidencia de Gestión de Emergencias y Desastres de Turquía (AFAD) elevó la cifra de muertos el domingo en la provincia de Izmir a 73. La agencia dijo que 961 personas resultaron heridas en Turquía, y que más de 220 siguen recibiendo tratamiento el domingo.
El sismo también mató a dos adolescentes en Samos e hirió al menos a otras 19 personas en la isla griega.
Hubo cierto debate sobre la magnitud del terremoto. El Servicio Geológico de Estados Unidos lo calificó como 7.0 en escala Richter mientras que el Instituto Kandilli de Estambul lo puso en 6.9 y la AFAD lo midió en 6.6.
El terremoto provocó un pequeño tsunami que afectó a Samos y al distrito de Seferihisar en Izmir, ahogando a una anciana. Los temblores se sintieron en todo el oeste de Turquía, incluso en Estambul, la capital, así como en la capital griega de Atenas. Hubo cientos de réplicas.
El vicepresidente turco Fuat Oktay dijo que 26 edificios gravemente dañados en Izmir tendrían que ser demolidos.
“No es el terremoto lo que mata, sino los edificios”, agregó, repitiendo un eslogan común.
En Turquía los edificios son más antiguos en promedio y la construcciones utilizan materiales de menor calidad y frecuentemente no cumplen con los requisitos legales, lo que aumenta el riesgo de daños graves y muertes cuando hay un sismo fuerte.
Aunque las autoridades turcas han modificado los reglamentos urbanos como respuesta a los sismos de las últimos años, la renovación no ha sucedido lo suficientemente rápido.
Dos edificios de apartamentos que el sismo derrumbó en Izmir, donde se están llevando a cabo gran parte de los rescates, estaban catalogados como “en deterioro” desde 2012 y 2018, según la agencia municipal a cargo de dichos certificados.
Los medios turcos, incluido el periódico Hurriyet, reportaron que uno de los apartamentos, que fue construido en 1993, corría el riesgo de sufrir daños por terremoto debido a su hormigón de baja calidad y la falta de refuerzos. Sin embargo, el edificio continuó ocupado.
Una sobreviviente de 73 años de uno de esos edificios dijo que estaba en el balcón del tercer piso cuando empezó a temblar. Cree que al menos 50 personas vivían en el edificio, que también tiene una cafetería en el piso inferior.
“En el primer temblor no pasó nada. Durante el segundo temblor, el séptimo piso, el sexto y el cuarto piso cayeron encima de otro como un sándwich”, dijo Suzan Dere. “El edificio se deshizo en una nube de polvo sobre la calle con un estruendo muy fuerte. Todo sucedió en un minuto”.
El ministro de Justicia de Turquía dijo que los fiscales comenzaron a investigar varios edificios derrumbados y aseguraron que habría repercusiones legales si los expertos determinan que hubo negligencia.
La AFAD dijo que se habían activado casi 6,400 personas para el trabajo de rescate y cientos más para la distribución de alimentos, ayuda de emergencia y control de daños en edificios.
Varias fallas sísmicas atraviesan Turquía y la hacen propensa a los movimientos telúricos. En 1999, dos poderosos terremotos mataron a unas 18,000 personas en el noroeste del país. Grecia también es un país propenso a estos fenómenos.
La tragedia ha provocado que los Gobiernos de las dos naciones del Mediterráneo, cuyas relaciones diplomáticas se han tensado por disputas de recursos energéticos, emitieron mensajes mutuos de solidaridad por las numerosas víctimas.
El papa Francisco pidió el domingo a los fieles que oren por la gente del mar Egeo.
El terremoto en Turquía se produce en medio de una recesión económica y la pandemia de coronavirus. Hasta ahora, más de 10,000 personas han muerto a causa del virus en este país, pero algunos expertos han acusado al Gobierno de ocultar el verdadero impacto del virus con la forma en que cuenta los nuevos casos.
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