Querida Doctora Consejos:
Primero quisiera decirle que siempre leo su columna y me gustan los consejos con los cuales responde a las cartas.
Tengo 21 años y soy madre de dos preciosas niñas. He estado buscando alguien que me pueda ayudar, a veces siento que me estoy volviendo loca.
Cuando el papá de mis hijas estaba trabajando fuera de la ciudad, me sentía completamente sola y sólo tenía ganas de estar llorando.
Siempre peleábamos, pensé que si él regresaba íbamos a estar mejor, pero desgraciadamente estamos igual o peor. NUNCA tengo un tiempo libre para mí, y todo lo que hago a él le parece mal.
Siempre tengo que estar con las niñas, estoy con él desde los 17 años. A veces quisiera unas horas libres y salir sola con mis amigas, divertirme un poco, quiero tener un pequeño descanso, pero nunca puedo tenerlo.
Me siento desesperada, no sé qué hacer.
Por favor ayúdeme.
— Madre Joven
Querida Madre Joven:
Ese lugar donde estás ahora, lo hemos vivido muchas madres jóvenes.
Esa sensación que el trabajo no se acaba nunca y que las responsabilidades te hacen sentir agotada, es terrible. Si de algo te sirve, te diré que todo pasa, ahora tus hijas están pequeñas y requieren todo tu tiempo y atención.
Pero llegará un día, cuando aprendan a volar solas, que ya no te necesiten y que tú tengas el tiempo libre y la calma que tanto añoras ahora.
En tu carta encuentro dos cosas que me preocupan mucho. La primera es que dices que cuando tu pareja estaba viviendo lejos, tú te sentías con ganas de estar llorando todo el tiempo.
La segunda es que dices que nunca tienes tiempo para ti.
Respecto a lo primero, me gustaría que fueras a ver a tu médico para que te hicieran un examen físico. Es importante saber si estás padeciendo de una depresión clínica donde requieras ayuda especial.
En lo que se refiere al tiempo. Es importante que busques ayuda, habla con tu pareja, sin reproches, lágrimas, ni gritos.
Enséñale esta columna. Dile que necesitas siquiera un par de horas por semana para ir al salón de belleza o echarte una siesta sin que nadie te interrumpa. Dile que el cansancio no es buen consejero y que un receso puede ayudarte a ser más eficiente en tu papel de madre y compañera.
Si no tienes familiares cerca que te puedan ayudar, trata de organizar un grupo de madres jóvenes que vivan en tu vecindario para que se ayuden entre sí a cuidar de los niños y tú puedas disponer de un rato que te ayude a recuperarte.
Te deseo buena suerte
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine