Son muchas las mujeres que en busca de sostener un vínculo sano con su pareja dan “todo” descuidando, sus propias necesidades individuales. Así, pierden autenticidad incluso con ellas mismas, desencad
Son muchas las mujeres que en busca de sostener un vínculo sano con su pareja dan “todo” descuidando, sus propias necesidades individuales. Así, pierden autenticidad incluso con ellas mismas, desencadenándose una serie de anomalías en su personalidad que podrían ser evitadas. Y uno de los cuestionamientos más comunes es: “¿Por qué cuando estoy en pareja sacrifico mi individualidad?”… Me va bien en el trabajo, pero cuando estoy en pareja me vuelvo tan complaciente, que llego a la sumisión? Independientemente de la edad, profesión y los logros obtenidos en lo laboral, hay mujeres que en el momento de relacionarse con un hombre, empiezan a relegar parte de su vida. Llega un momento en que sienten que se han “mezclado” tanto con sus parejas que, al terminar la relación, tienen la sensación que han perdido gran parte de sus apoyos individuales y tienen sintiéndose en el vacío, la tristeza, la confusión y frustración.
Salvando las diferencias que existen en cada mujer, hay características comunes a todas ellas:
Pasan gran cantidad de tiempo fantaseando con él o con la relación. Tienden a cuestionar o desvalorizar sus propios sentimientos, opiniones, creencias si estos no coinciden con los de él. Se sienten deprimidas o ansiosas cuando no pueden estar con su pareja. Hacen cualquier cosa para que la relación funcione, hasta están dispuestas a cambiarse a sí mismas para complacer a la pareja. Se sienten emocionalmente agotadas cuando una relación termina. Optan o fantasean con quedarse sin pareja durante un largo período de tiempo para no volver a recaer en estas conductas. Y acá no es tan importante la clase de hombres con el que la mujer se ha relacionado, ni lo linda, capaz, inteligente que es la mujer. Ella tiene un problema: no puede ser ella misma cuando está en pareja. Tiene la sensación de que ser ella misma y estar en pareja son objetivos excluyentes entre sí.
Las raíces del problema están en la infancia.
Por lo general, la mujer con este trastorno, proviene de una familia disfuncional, donde la niña aprendió a renegar de sus propias percepciones; a no confiar en sí misma; necesitar mostrar una imagen de “que todo está bien” en la familia, guardando algún secreto sobre algo malo que ocurre en el seno de ésta; negligencia o abandono de uno de los padres o ambos; existencia de conductas compulsivas; obsesión con la sexualidad, celos desmedidos, etc,, que uno de los padres tomen a la niña por confidente, cargándola con sus problemas haber sido sobreprotegida o controlada por un adulto posesivo que no permitió a la niña desarrollar su individualidad, pertenece a una familia con creencias e ideas extremas sobre la sexualidad, ya sea prohibiendo o falta de límites, etc.
¿Qué se puede hacer?
Si bien estas conductas pueden cambiarse en una terapia que apunte a ayudar a la paciente a mantener su identidad o a recuperarla, los siguientes pasos son fundamentales y hay que considerar:
•- Aprender a tomarse el tiempo para conocer a un hombre antes de plantear un compromiso.
•- Ser auténtica y no engañarse a una misma.
•- Tener vida propia. Amigos, intereses, espacios para disfrutar, tiempo para el cuidado personal.
•- Vivir en el presente y la realidad.
•- Aprender a decir “sí”, pero sin anular su propia identidad.
Todo mundo tiene aspectos positivos que quiere mostrar, pero muchas mujeres crecieron con la idea de que ser extremadamente complacientes, pensando que es la mejor manera de relacionarse; sin embargo la excesiva dependencia genera rabia y tarde o temprano habrá peleas en la relación. El hecho de decir la verdad, lo que gusta y lo que no, lo que se espera de una relación, sin fingir, prepara el camino para ser aceptado tal como se es.
Una de las grandes dificultades para estar bien en pareja se debe a que las personas quedaron estancadas en el pasado, idealizando un viejo amor o repitiendo en la pareja conductas negativas aprendidas en la infancia. La fantasía es una forma de huir de la realidad, de tapar el dolor y obtener alivio, pero tiene un alto coste emocional. Estos son sólo algunos de los objetivos a lograr. Cada mujer debe transitarlos a su manera y con su propio tiempo. El camino hacia el auto conocimiento y hacia el cambio puede ser muy placentero porque significa llenar un vacío y alcanzar el bienestar en la pareja que no es tan necesario. Ya que lo más importante en una relación es el mutuo respeto, sin llegar al extremo de perder su propia individualidad. Y vivir bajo la sombra de una falsa felicidad.
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