SOMOS PRIVILEGIADOS

¡Quiiiuuuboleee mis güerqui’as boni’as y mis morri’os fei’os, ¿qué tal pasaron el jalogüín y el día de muertos, bien?… tal vez ellos asustando brujas y ellas levantando muertos, digo yo, porque no van de negar que en casi todo hogar hay como un ‘muerto’ sentado frente a la tele, que a veces medio revive en la recámara, y luego ellos en la mañana se topan con una brujita… ¿a poco no?, ji, ji, es broma, ehhh!

 ___ y a propósito, el chistorete de hoy se llama ‘‘Antes de…” ai’ ta’

  El señor se sentó ante el televisor, se puso cómodo  y le pidió a su hijo:

)-( Mi’ijo tráeme una cheve, antes de que empiece.

   Al ratito le volvió a decir:

)-( Tráeme otra cerveza, que no tarda en empezar.

  No pasaron muchos minutos, y le volvió a pedir:

)-(  Mi’ijo, ándale, tráeme otra chela porque ya va a empezar.

  De pronto, se oye la destemplada voz de su esposa que gritándole y con manoteos amenazantes dice:

)_(  ¿Ese es el ejemplo que le estás dando tu hijo?  )_( ¿Es eso lo que le estás enseñado? ¿Te parece bien estar así, echadote, sin hacer nada, bebiendo cerveza tras cerveza, mirando tus estúpidos deportes o tus programas que nomás a ti te gustan, porque son puras idioteces?

  El hijo pasa por allí y se le ocurre preguntarle al papá..

– ¿Otra cheve, apa’?

   El viejo suspira y…

)-( ¿Qué no estás viendo que ya empezó???

                            ji, ji, ji,,, así de cruel es la vida!!!

  Y a otro cosa mariposa… Fíjensenn que les iba a echar un rollo acerca de las votaciones, pero hace unos días, con mi pasito tun-tun (por ‘orita así camino después de mi derrame cerebral) pase frente a la oficina del jefe y, tras saludarnos, me dijo: “Qué bueno que te ves mejor. Ojalá valores esta oportunidad que te dio Dios o la vida misma para que endereces tu vida, y bla, bla, bla”… seguimos platicando unos minutos y me alejé.  Pero esa noche me puse a pensar y decidí que en lugar de política el rollo de hoy será de mi vida ‘chueca’, que he llevado, ah! pero eso sí, he sido alegre, parrandero, dicharachero y dichoso, y además debo reconocer que he sido privilegiado, más bien que somos (tú y yo) privilegiados y me acordé de estas ideas que tuve mientras ‘staba encamado (no de la buena encamada) y que pensaba publicarlas pa’ Navidá’ o Año Nuevo, pero mejor de una vez, porque como lo recordó el patrón, nadie tenemos la vida comprada, así que ai’ les va el  rollo de lo afortunados que somos.

  Y somos privilegiados porque yo puedo escribir esto y tú estás leyendo esta revista, sentando en el banco de un parque, en la sala de tu casa, en el autobús que te lleva al trabajo o en cualquier parte, por eso ya somos afortunados.

  ¿Te has dado cuenta de todo lo que tiene que suceder para que puedas leer esta revista?

  ¡Para empezar tienes que estar vivo! Porque hasta donde la ciencia ha dado noticias los muertos no leen. Ya estar vivo es un gran motivo de agradecimiento y un privilegio, ¿o no?

  Tienes la capacidad de sostener El Aviso en tus manos. ¿Has pensado alguna vez en la cantidad de personas que no pueden hacerlo?

 Y por si eso fuera poco, puedes pensar y puedes decidir. En este momento, por ejemplo, puedes estar pensando ‘¿qué rayos está queriendo decir este güey?, ¿quiero seguir leyendo esto o de plano aquí le paro y que se vaya a la chinnn,,, churria?

 Eso es lo bueno y bonito, ¡que tú decides!

     De hecho, cada día es una oportunidad más para hacer las cosas que nos gustan, para estar con la gente que queremos, ¡para ser felices! porque al fin y al cabo ese es el propósito… ¿o no?

  Claro, a veces nos distraemos y se complica la cosa, porque siempre es más fácil pensar en lo que no tenemos, en aquello que deseamos y nos olvidamos o menospreciamos todo lo que sí tenemos.

  Pues bien, empecemos por agradecer lo que tenemos. Si continuamos nuestro camino por esta vida con alegría y optimismo seguramente vamos a llegar a donde nos propongamos llegar.

  Somos privilegiados porque hay mucha gente que nos quiere. Está bien, tal vez mucha de esa gente no está a nuestro lado, pero igual nos quiere. Tenemos el privilegio de ser queridos. Te lo digo por experiencia, el corazón no conoce fronteras.

   Pero por lo pronto te digo que no tienes que esperar que sea el Día de Acción de Gracias, Navidad o Año Nuevo, para dar las gracias a Dios, al Creador o como tú le llames,  por todo lo material o económico que tienes, pero también lo moral, por ejemplo, si disfrutas aún del cariño de tus padres, o tienes el privilegio de ser tú mismo un buen padre, un buen esposo o tal vez tengas el privilegio de tener un hermano incomparable o un gran amigo. Te lo aseguro, eres un privilegiado…. uuugg!

  Y ansorri si éste pareció como sermón dominical pero como lo dije antes, no tenemos la vida comprada así que mientras tengamos vida y salu’ reconozcamos que… ¡Somos privilegiados!; ¡Disfrutémoslo!

Este rollo sigue en la pág.