Generalmente las mujeres que son exigentes con su pareja, lo hacen de una forma excesiva y caprichosa.
El ser humano tiene una tendencia patológica, aseguran los especialistas, a la inconformidad, especialmente los temperamentos coléricos, melancólicos y también cuando sus necesidades fundamentales no han sido satisfechas adecuadamente, sobre todo en sus primeros 12 años de vida.
Es muy común ver parejas donde la mujer no valora lo que ha recibido con mucho esfuerzo de su compañero, y tiende a exigir más. Este tipo de mujeres detectan más fácilmente los defectos y debilidades que lo bueno que éste aporta a la relación.
Las mujeres exigentes son precisamente aquellas que han perdido el miedo de caerse y levantarse cuantas veces sean necesarias para triunfar. Por eso pretende lo mismo del resto de su entorno.
La mujer maravilla:
De acuerdo a los terapeutas, en la actualidad la mujer tiene la responsabilidad y exigencia de ser una súper mujer, aquella que es excelente en todo y que además luce espectacular, que atiende de maravilla a su familia y a su esposo y que es respetada en su trabajo.
Esa exigencia, se debe a los cambios sociales e incluso a las demandas económicas contemporáneas, pues actualmente es muy difícil que una sola persona sea la proveedora en la casa debido a los bajos salarios. “Las cosas no son como antes, ahora la mujer tiene que hacer de todo, por acuerdo social pero también personal. La mujer se ha liberado, ha cambiado y se ha convertido en una malabarista que puede hacer de todo”.
Mujeres malabaristas:
Una mujer malabarista, es aquella que pareciera estar disfrazada con un atuendo rosa y una “S” (súper), que lleva entre sus accesorios el celular, el biberón, la aspiradora y el dispositivo electrónico de la oficina.
Esto es posible gracias a la resistencia de la mujer. “Las mujeres tenemos la capacidad de resistir más que el hombre porque desde pequeñas nos educan para aguantar mucha presión, para resistir a presiones físicas y emocionales; aprendemos a aguantar, a contener y a sostener”.
Si tú eres una persona demasiado exigente contigo misma, ten cuidado de no excederte y te frustres por no poder lograr tus metas. Debe haber una auto-exigencia balanceada y saludable. Es bueno y necesario auto-exigirnos, pero no al extremo de provocar frustración a nuestra vida ni a la de otros.
Si tú eres una persona muy exigente, abandona esa actitud de inmediato. Con mucha más razón si se trata de tu pareja o tus hijos. En vez de la exigencia, usa la motivación, el ánimo, y el apoyo como herramientas para que las personas a tu alrededor sean mejores y más eficientes. Y recuerden siempre ser agradecidas con lo que reciben, así sea poco.
El agradecimiento en lo poco, abre la posibilidad de recibir más, pero la exigencia cierra esa posibilidad y entonces se recibe menos. Toma la decisión de cambiar tu actitud exigente hoy mismo.
Si sientes que no puedes sola, busca ayuda, para que puedas resolver esta actitud, y recuerda que no todo mundo es igual, así que tenemos que aprender a respetar el tiempo y las acciones de todo mundo.
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