Hola Doctora:
Aprovecho la oportunidad para felicitarla por su columna, por favor ayúdeme. Estoy sufriendo mucho, ya que escuché a mi esposo hablando con su amigo y compañero de trabajo, palabras de amor, esa noche no le dije nada porque estaba borracho, pero al día siguiente lo enfrenté y él me lo negó todo.
Desde ese día empecé a notar cosas raras, mi esposo buscaba mucho a ese amigo y lo ayudaba en todo. En cambio a mí, no quería ni llevarme al trabajo y se negaba a tener intimidad conmigo.
Desde ese día yo he cambiado mucho, ahora siento que lo odio y no quiero ni que me dé un beso, he tratado de dejarlo, pero él no se quiere ir de la casa y me dice que no es verdad lo que escuché y me ha pedido perdón, pero yo no le creo.
Tengo cuatro hijos de entre 7 a 16 años, yo lo amaba mucho, él era todo para mí. Antes de esto me fue infiel una vez y lo perdoné. Esta vez no estoy dispuesta a hacerlo, pero al mismo tiempo pienso que no tengo ningún derecho a quitarles el amor de su papá a mis hijos.
Antes me decía que yo no servía para nada y que estaba fea, ahora me dice que se va a matar si yo lo dejo y que soy una persona muy buena y bonita. Desde ese día cambié totalmente, bajé de peso, me arreglo y voy al salón, ya no me da miedo andar sola, pienso que con la ayuda de Dios todo saldrá bien.
Pero aún así sufro mucho, porque él era mi vida y ahora ya no lo es, me siento sola, triste y muy deprimida. Aconséjeme por favor, no sé qué hacer.
— Atentamente R.
Querida R:
Esas tus palabras de “él era toda mi vida” y “todo cambió desde su traición” las he escuchado muchas veces. ¡Cómo quisiera que el que está pensando en traicionar a su compañero o compañera de vida, pudiera entender la magnitud del tipo de dolor que va a causar con su engaño! Pero en fin.
Te diré que pienso que has manejado bien las cosas al cuidar de tu persona y tratar de fortalecerte, te felicito por eso, entiendo que no es fácil tomar una decisión en tu situación, pero te pediría que consideraras varias cosas, si este hombre es buen padre y te ha pedido perdón por los errores cometidos, tal vez podrías tratar de perdonarlo y si él ya dejó de buscar a ese amigo y ahora está buscándote y tratando de rescatar la relación matrimonial, entonces te aconsejaría que hablaras con él.
Siéntate sin rencor ni rabia, sirve una buena taza de café y abre tu corazón. Dile de tu dolor, de tu desesperanza, que no sabes si seguir con él o si seguir sola. Dile lo que me has dicho en esta carta acerca de que no quieres separar a tus hijos de su padre, y después escúchalo con calma y hablen los dos del futuro.
Busquen en su corazón si todavía sobra algo del amor del pasado para tratarse con consideración y respeto el uno al otro por el bien de la familia. Y después que hayan hablado, vean si pueden reconstruir una nueva relación sobre las cenizas del pasado.
Te deseo buena suerte
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