Aunque por lo general nuestros perros son animales muy dóciles y los consideramos como un integrante más de la familia, es recomendable que tomemos ciertas precauciones a la hora de transportar a nuestros pequeños amigos.
Generalmente los dejamos ir en donde ellos quieran y disfruten del viaje tanto como nosotros, pero eso es ilegal, y podría causarnos un accidente.
Aunque nuestras mascotas sean obedientes no están preparados para viajar en el auto. Por eso es necesario que tomemos una serie de medidas que hagan el viaje más agradable para todos.
Según las leyes las mascotas deben de ir en un espacio separado por una estructura metálica del conductor. La Dirección General de Tráfico prohíbe que los animales estén sueltos en el coche o que vayan en el asiento delantero porque pueden representar un peligro para la conducción.
Antes de salir, si es la primera vez que se realiza un viaje con el animal de compañía, lo que se puede hacer minutos antes de partir al lugar de destino es acostumbrar al perro al coche en parado, entrar en el vehículo y permanecer un rato dentro para luego ponerlo en marcha y realizar recorridos muy cortos. Puede ser que el perro ladre sin motivo aparente. Lo que ocurre es que para él el coche no es el que se desplaza: cree que son las cosas las que se mueven y trata de perseguirlas inútilmente.
También hay que tener en cuenta la posibilidad de que el perro se maree. Si la mascota es propensa a ello es una buena solución darle una pastilla antimareo una hora antes de salir de viaje, aunque la mejor medida que se puede llevar a cabo es evitar que coma antes del desplazamiento. Pero, ante cualquier eventualidad, lo más conveniente es colocar una toalla o cualquier trozo de tela en la parte posterior del vehículo con tal de que no se manche la tapicería.
Colocación de la mascota, Si se trata de un animal grande, se debe llevar atado, situarlo en el lado opuesto al del conductor y separarlo de los ocupantes por medio de una rejilla o armazón extensible que se puede adquirir en cualquier tienda especializada.
En caso de que la mascota sea un perro pequeño, se debe poner en el asiento trasero del coche, dentro de una caja, cesta o bolsa especial para animales, que puede adquirirse en cualquier tienda de animales. Es una buena forma de mantenerlo quieto y evitar que se maree.
En ningún caso se debe de poner en la cajuela del coche. Si hay una mala combustión, los gases desprendidos por el motor pueden ser mortales para la mascota. Tampoco es una buena solución abrirle un poco la puerta del portaequipajes, porque la gran mayoría padecen claustrofobia y lo pasan muy mal. Otra razón para no dejarlo en la cajuela es porque los perros no transpiran por la piel, como los humanos, por lo que la regulación térmica debe hacerse por los pulmones y el ritmo respiratorio puede pasar de 30 a más de 200 movimientos por minuto, lo que puede ser extremadamente peligroso para su integridad física.
Precauciones importantes, Hay que evitar que saque la cabeza por la ventanilla, ya que puede contraer enfermedades como otitis o conjuntivitis. También se procurará que no pase a la parte delantera del auto despistando al conductor, dado que se puede provocar una situación peligrosa que le haga perder el control del vehículo. Si viaja sólo el conductor y la mascota, aquél no se debe girar a comprobar cómo lleva el viaje el perro para evitar, así, bajar la guardia y la posibilidad de provocar un accidente.
~Tenemos que procurar por nuestra seguridad, la de nuestras mascotas y la de otros conductores. Mantengamos seguros a nuestros pequeños amigos.
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